Mientras la flor y nata del golf mundial andaba en Erin Hills jugando el US Open, Adrián Otaegui ponía rumbo a Madrid aquella semana para verse en sesiones de urgencia con su entrenador, Fran Parrón, porque venía de fallar los últimos seis cortes y su temporada en el circuito europeo, hundido en las profundidades de la Race to Dubai, comenzaba a pintar muy negra…
Acto seguido, todavía en el mes de junio, el joven vasco disputaba el BMW en tierras alemanas. Allí, de entrada, pasaba el corte justito por un solo golpe tras cerrar los tres últimos hoyos del viernes con un doble bogey en el 16 y dos buenos y vertiginosos pares en los hoyos 17 y 18… A pesar de los agobios al fin volvía a verse compitiendo durante el fin de semana (aún tuvo que pasar un segundo corte el sábado) y, aunque no terminaría especialmente bien aquella semana (puesto 51º), algo había empezado a cambiar. Era sólo el frugal aperitivo de un mes de julio sobresaliente.
«Si me tengo que quedar con un torneo de este mes de julio sería con el de Francia»
En Francia, una semana después y ya en julio, aquellas buenas sensaciones que habían comenzado a fluir pasaron directa y abruptamente a otra dimensión. En este prestigioso torneo de las Rolex Series llegaba a situarse líder después de las dos primeras jornadas y aún salía a tres golpes de la cabeza el domingo, para finalizar en una excelente séptima posición y embolsarse el cheque más importante de su carrera. «Si me tengo que quedar con un torneo de este mes de julio sería con este, el de Francia. Porque fue allí donde ya me sentí completamente cómodo con los cambios que habíamos hecho. Fue el punto de inflexión. Después, ya ha sido más dejarme llevar, jugando bien y disfrutando», señala a Tengolf.
«No me duele no haber ganado todavía, no tengo prisa, aunque está claro que cuanto antes ocurra, mejor»
A continuación, en efecto, en otros dos torneos más de las millonarias Rolex Series, Irlanda y Escocia, el joven vasco no salía prácticamente en ningún momento del top-20, asomándose de tanto en tanto a las primeras posiciones y cerrando buenos puestos finales (fue 20º en Irlanda y 19º en Escocia). Por último, esta pasada semana, para cerrar el mes, salía el domingo con claras opciones de victoria en el Porsche European Open y terminaba en quinta posición tras luchar por la victoria hasta los últimos hoyos. «No me duele no haber ganado todavía, no tengo prisa, aunque está claro que cuanto antes ocurra, mejor. Si sigo así acabará cayendo. Mi objetivo, más que ganar, es jugar a gusto y tranquilo, jugar bien olvidándome de los demás, precisamente porque si consigo eso es cuando me daré oportunidades».
«Mi objetivo, más que ganar, es jugar a gusto y tranquilo, jugar bien olvidándome de los demás»
Si ha habido una semana en la que realmente se vio ganador fue precisamente esta última, en Alemania. «Después del sábado me veía muy bien y con muchas opciones. Y el domingo me levanté con muy buenas sensaciones, me sentía bien. Salí a hacer birdies y los hice, aunque por desgracia me sobraron también algunos bogeys», señala.
El caso es que Otaegui entraba en el mes de julio en el puesto 422º del ranking mundial y salía en el 257º, el mejor de toda su carrera. Adrián ha dejado más que resueltos los derechos de juego para 2018 y apunta a la Final de Dubai, que hasta la fecha nunca ha podido jugar, tras situarse en el puesto 55º de la Race (en julio ha remontado en este ranking más de 110 plazas). En definitiva, en este mes brillante, que además puede significar el sólido cimiento de un palmarés ganador, ha acumulado más euros que en todo el año 2014, y más también que en todo el año 2015… En realidad, sólo en este mes de julio, exprimiendo adecuadamente las Rolex Series, Adrián ha ganado 366.000 euros, más de una cuarta parte de todas sus ganancias en el circuito europeo, y eso que se encuentra en su cuarta temporada.
Ahora tiene por delante tres semanas libres y retomará la acción en el Paul Lawrie Match Play, que curiosamente se juega también en Alemania, tierra talismán para el vasco esta temporada. «Me apetece mucho volver a jugar match play, porque no lo he hecho desde que era amateur», puntualiza.
