La jornada decisiva del Open de España ya está en marcha. El tiempo, en calma. No hay viento, luce el sol, ni una sola nube… Perfecto para tumbarse a la bartola en la hierba que rodea el green del 18 a disfrutar del espectáculo. Perfecto también para jugar al golf. Perfecto, por tanto, para destrozar el campo. Avanzar lo que va a pasar siempre tiene un riesgo, nos podemos equivocar. Pero todo apunta a que este Open de España se va a ganar a golpe de birdie.
Ya están terminando los primeros partidos y se está jugando bajo par. Brilla el rojo en las tarjetas. Uno que nos puede explicar bien cómo está el PGA es Manuel Quirós. Ha jugado el primero, abriendo el campo y en solitario. «Es la primera vez que juego solo y estoy encantado. Yo juego rápido y sólo tenía que estar pendiente de Luis, mi marcador», explica. Pero vamos al lío…
¿Qué nos vamos a encontrar hoy? «El campo está perfecto, quizá algo blando y eso lo pone un poco más largo. Las banderas están hoy bastante escondidas y los greenes rápidos, pero tampoco mucho. Reciben muy bien, por lo que si se pegan buenos tiros se pueden hacer muchos birdies», apunta. Quirós marchaba seis bajo par a falta de tres hoyos, pero ha terminado con tres bogeys seguidos. «Ha sido la tónica de todo el torneo. Estoy jugando muy bien, pero en cuanto me cae un bogey, vienen otros detrás», señala.
El día está, por tanto, para atacar banderas y hacer birdies, por lo que se va a ganar con algo menos de -14. Todo, claro, si las predicciones no se equivocan y no se levanta el viento a mitad del día. Entonces todo puede cambiar y gran parte de lo que aquí hemos puesto no servirá de nada.
Algunos datos que apoyan la teoría de ‘al rico birdie’: Kjeldsen va -5 en ocho hoyos, Álvaro Quirós -4 en 13 hoyos y hay una amplia batería de jugadores en -3 con pocos hoyos jugados… Vayan sacando el rotulador colorado.
