Inicio Grandes Circuitos DP World Tour Larrazábal tontea con el sustito, pero Wiesberger no perdona

Larrazábal tontea con el sustito, pero Wiesberger no perdona

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Bernd Wiesberger posa con el trofeo de ganador del Made in Denmark en 2019. © Golffile | Phil Inglis
Bernd Wiesberger posa con el trofeo de ganador del Made in Denmark en 2019. © Golffile | Phil Inglis

Bernd Wiesberger (-14) se ha llevado el Made in Denmark y saborea de nuevo el incomparable jarabe del triunfo algo más de dos años después de su última victoria. Digamos que el austriaco termina así de recomponer la mejor versión de su juego, destartalada por culpa de una lesión de muñeca meses atrás (estuvo siete meses sin competir entre mayo y diciembre del año pasado).

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Wiesberger ha tenido sus altibajos en la última jornada, pero alguien que es capaz de sumar siete birdies y un eagle en la ronda decisiva bien merece el triunfo. A su vera, en el partido estelar, el joven escocés Robert Macintyre (-13) ha dado una réplica espléndida, aunque insuficiente al fin y al cabo, pero queda claro que este zurdo tiene descaro y recursos sobrados: en los dos últimos torneos, British Masters y Dinamarca, ha encadenado dos segundos puestos y su media ha sido de 68 golpes en esas ocho vueltas… Queda claro también que él crece cuando el viento sopla, como así ha sido en Southport y Farso. Como buen y genuino escocés.

Pablo Larrazábal en la jornada final en Himmerland Golf. © Golffile | Phil Inglis
Pablo Larrazábal en la jornada final en Himmerland Golf. © Golffile | Phil Inglis

No lo estaban poniendo fácil los del partido estelar, como se ve, pero si alguien ha llegado a incluirse en la terna de candidatos al triunfo en esta ronda final, con voz y luz propia, ese ha sido Pablo Larrazábal (-9). Gracias a una espectacular primera mitad de recorrido en el Himmerland Golf, con un parcial de cinco menos, el español cazaba a los de arriba, aparentemente dispuesto y entero para culminar la remontada. Sin embargo, dos bogeys en los hoyos 11 y 13 iban a sacarle abruptamente de las quinielas. Le han sobrado un par de errores y también le ha faltado una pizca de suerte (demasiados putts lamiendo los bordes o dejando asomada la bola y algunas posiciones de bola que, por el mismo precio, podían haber sido algo más afortunadas). En cualquier caso, su actuación final no deja lugar a las dudas: se había plantado en el tee del 1 con el objetivo claro de remontar y ganar. Eso que él llama darle un sustito al resto. Después, se consigue o no, pero el primer paso para lograrlo es creer en ello. No hay otro modo.

Alejandro Cañizares durante la última ronda en Dinamarca. © Golffile | Phil Inglis
Alejandro Cañizares durante la última ronda en Dinamarca. © Golffile | Phil Inglis

Alejandro Cañizares (-8) tampoco pasaba muy lejos de la cabeza en el meridiano de la ronda, dispuesto a pescar en aguas revueltas si los líderes se desenfocaban. Pero, al igual que Larrazábal, se despedía de todas sus opciones con un bogey en el 13. La buena noticia es el empujón que ha dado en la Race con su top ten final, que buena falta le hacía, además de la sólida semana que ha completado, que es justo ese importante escalón que aún tenía que subir en 2019.

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La actuación conjunta de la Armada ha sido más que aceptable este domingo en tierras danesas. Adrián Otaegui (-6) firmaba un gran 67 para alcanzar el top 20, igual que Álvaro Quirós (-5) y Gonzalo Fernández Castaño (-5) con tarjetas de 68 y 69 golpes.

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