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Cañizares da un repaso a los juegos mentales de Kenyon

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Alejandro Cañizares pasa mucho tiempo en el campo de prácticas. Trabaja y trabaja. Remacha. Insiste. Que el golf es un deporte de repetición… Pues eso.

Ayer llegó a Jumeirah algo antes de la siete de la mañana y se marchó del putting green pasadas las dos de la tarde. Entre medias, una revisión del juego largo con Mike, su entrenador, cuatro hoyitos inesperados y un repaso al putt con Phil Kenyon.

La jornada de Cañizares, que llega a la Final de la Race to Dubai con un buen sabor de boca tras Turquía, comenzó con anécdota. Era el primer reserva para jugar el Pro-Am. Lo normal en estos casos es que a uno le toque madrugar en balde. Raramente se cae un profesional y mucho menos en la final de Dubai. Pero hay que estar.

Pues bien, esta vez sí le tocó salir a Cañizares. Donaldson no llegaba y la única noticia que había en la casa club de Jumeirah es que el conductor del coche de cortesía se había perdido. Así, a bote pronto, puede sonar a excusa barata. ¿Cómo puede perderse el conductor del coche de cortesía? Sin embargo, damos fe de que ocurre. A Jumeirah no saben llegar ni los taxistas. El campo está en un intrincado nudo de carreteras que no resulta fácil aprender.

Total, Cañizares salió a jugar y después de cuatro hoyos apareció Donaldson. Cambio de guardia y el español al campo de prácticas. Trabajó de todo, pero hizo especial incidencia en el putter. Los 34 putts del domingo en Turquía escuecen. Incluso el sábado, donde hizo muchos birdies, también se dejó por el camino unas cuantas oportunidades.

Alejandro Cañizares dialoga con Phil Kenyon ante la mirada de su caddie Íñigo Urquizu

El repaso de chapa y pintura corrió a cargo de Phil Kenyon, un gurú del putt que trabaja en el circuito europeo y por cuyas manos han pasado casi un centenar de jugadores. «Me ayuda de vez en cuando, no tenemos nada estipulado ni continuado, pero se porta muy bien conmigo y me sirve de mucho», señala Alejandro. Hoy han estado una hora en el putting green.

La clave de Kenyon son sus trucos y juegos mentales, nos cuenta el andaluz. «No es que me toque nada del swing o del movimiento, pero me plantea ejercicios que me ayudan mucho, especialmente para la concentración», señala antes de detallarnos uno de ellos. «Cuando estoy colocado para patear me pide que me fije en un punto concreto de la espalda. El objetivo es notar que ese punto cuando hago el swing de putt no se mueve, sino que rota, se mantiene en el mismo lugar. Es la manera de comprobar que la espalda no bascula, sino que se hace un movimiento de péndulo en el que los hombros se mueven atrás y adelante, no arriba y abajo», apunta.

Otro ejercicio que ayuda a la concentración y a patear bajo presión es el siguiente. El jugador coloca un primer tee a tres pies del hoyo, a algo menos de un metro. Detrás de ese va colocando en hilera un tee detrás de otro hasta 10, cada uno a un pie del anterior. El objetivo es ir batiendo tu propio récord. El de Cañi hoy se ha situado en 9. Eso quiere decir que la próxima vez que haga el ejercicio, si falla un putt antes de llegar al nueve, tiene que volver a empezar. Este ejercicio se hace al final del entrenamiento, cuando estás más cansado para aprender a soportar mejor la presión.