Nicolas Colsaerts (-14) gobierna con mano firme el Turkish Airlines después de entregar su segundo 64 de la semana. Incontestable. El sábado partirá en la tercera ronda con cuatro golpes de ventaja sobre su inmediato perseguidor, Eddie Pepperell (-10), y ya sólo le quedan seis hoyos del Regnum Carya Golf a los que hacer al menos un birdie.
Expuestos así estos datos generales hay que reconocer que no causan asombro. Colsaerts siempre será Colsaerts y no llama demasiado la atención verlo ahí arriba, imponente, ¿verdad? Sin embargo, el belga no es lo que se dice un dominador. De hecho, ni se acerca a tal perfil. Sólo dos victorias lo contemplan en el circuito europeo, la última en 2012, y apenas ha disputado trece ‘majors’ en toda su carrera, en los que pasó sólo cuatro cortes y un séptimo puesto en el British es su mejor resultado…
Esta es la gran y sorprendente paradoja. Quizá de un modo inconsciente, aferrados todavía a aquella primera etiqueta que siempre se cuelga, al afable, realista y cercano Colsaerts, virtudes que afortunadamente le adornan, solemos adjudicarle una dimensión metalúrgica en el concierto internacional, de enorme peso, cuando en realidad nunca ha dejado de ser un aprendiz de domador en el golf de élite. Le ha bastado, no obstante, para tejer una carrera mucho más que decente, y es posible, hasta probable, que a él le baste con lo que tiene y lo que es. Pero, redescubierto el velo, cabe entonces preguntarse si va a poder mantener este vertiginoso ritmo hasta el domingo…
El inglés Pepperell, a simple vista, no se lo pondrá fácil. Este hombre se puso las pilas en cuanto comenzó el año de clasificación Ryder. Desde entonces fue 5º en Chequia, 3º en Holanda, 3º en Portugal, 7º en el Alfred Dunhill y 10º en Italia… ¿Pura casualidad lo de su abrupta mejora con el año Ryder? Seguramente, pero no por ello debemos dejar de tomar nota. Ni Thomas Bjorn tampoco. Mucho cuidadito con estos datos: Pepperell ha jugado 24 vueltas de competición desde el torneo en la República Checa, incluyendo las dos que lleva en Turquía, y veinte de ellas por debajo de 70 golpes, con una media de 68,25 golpes, lo que es una auténtica burrada, mucho más si tenemos en cuenta que en el British Masters no pasó el corte…
Y lo que es más importante, tratándose de quien se trata, un jugador ‘libre’ y explosivo: en estas 24 rondas Eddie sólo ha sumado 36 bogeys y dos dobles bogeys, lo que arroja una media de apenas 1,5 bogeys por vuelta. ¿Será que Pepperell ha rozado el Santo Grial de la consistencia? Si es así, ese número 161 que hoy ocupa en el ranking mundial pronto será un vago y mal recuerdo para él.
Jorge Campillo (-3), Adrián Otaegui (-2) y Nacho Elvira (-2), por su parte, van a necesitar un sábado de altos vuelos para meterse en la pelea por cotas más interesantes en este sexto torneo de la temporada de las Rolex Series.
