Inicio Grandes Circuitos DP World Tour Colsaerts tocó el cielo… y se abrió

Colsaerts tocó el cielo… y se abrió

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El jugador belga acarició el mágico 59 con una gran actuación de Rafa Cabrera Bello y Adrián Otaegui

Sesenta golpes. Así se quita uno toda la tontería y espanta nubarrones de todos los colores. Nicolas Colsaerts (-11) ha minimizado con su impresionante registro la excelente ristra de tarjetas que venían dándose en el turno de tarde de la primera jornada del Portugal Masters…

Los muchachos de la tarde, en efecto, han tenido más suerte. Menos lluvia y un recorrido en celo, con un rough amigo y los greenes receptivos, aunque finalmente se suspendiera la jornada con la llegada de una tormenta eléctrica acompañada de un pequeño diluvio. El vigésimo del día, pero aún más potente. El belga, que había entregado la tarjeta poco antes de que se abriese el cielo, ha destrozado cualquier previsión, por más que Jamieson hubiera avisado por la mañana con unas condiciones peores.

Colsaerts se ha desquitado de una temporada pestosa y torcida. Su aventura americana no ha salido bien. No le gusta aquello. Allá, en el PGA Tour, no pasaba un corte desde mediados de marzo y en 2014 sólo registraba un top-20. No obstante, la venganza no ha sido redonda: “aún no entiendo cómo el putt del 18 no cayó hacia el lugar correcto para hacer 59”, clamaba el jugador poco después de finalizar. En efecto, el récord anduvo sobre el mismo alambre…

El deslumbrante resultado del belga no debe hacernos perder el norte. Es cierto que Colsaerts va a partir con una gran ventaja, pero hay otros resultados que también quitan el hipo. Alexander Levy (-8), igualaba a Jamieson, y Rafael Cabrera Bello (-7) se quedaba cerca. El canario es otro de los que se ha desquitado. En su caso, de un verano áspero e ingrato. Pero ha sido llegar a tierras protuguesas y sentirse más ligero. Le gusta el campo, le trae excelentes recuerdos y, además, viene con la mente despejada después de un mes de septiembre a medio gas y con semanas de descanso para desconectar.

Adrián Otaegui viene con un parcial de siete menos en catorce hoyos y mañana tendrá que finalizar su primera ronda después de que sec suspendiese el juego por tormenta eléctrica. Fue el último gran jarreo del día, el definitivo, el que rompió la resistencia del recorrido luso, ahora sí inundado por los cuatro costados.

El joven vasco va a tener incluso la oportunidad de mejorar el espléndido registro con el que se marchaba al hotel, puesto que aún tiene que jugar el hoyo 15, par 4 corto, y el 17, el último par 5 del recorrido.

Tiene mérito, teniendo en cuenta lo que se está jugando. Hay madera de campeón. El pasado domingo rozaba ya la tarjeta de 2015 con la punta de los dedos, pero un terrorífico triple bogey en el 18 del Old course dejaba el objetivo todavía en suspense. Sólo unos días más tarde, ahí está de nuevo…

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