Una segunda jornada más que delicada y puñetera en el Royal Greens de la Ciudad Económica Rey Abdullah, Arabia. El viento, que saltaba antes de lo previsto y que azuzaba con cierta potencia por la tarde, ha convertido el campo en una emboscada, para muchos sin salida, entre los que se cuentan varios de los grandes nombres, comenzando por el número 1 del mundo, Justin Rose (+3), que siete años después falla el corte de un torneo regular del circuito europeo…
Patinazo del inglés en toda regla, con o sin viento, porque al margen de las dificultades marchaba como fuera de ritmo. Despistado. Y de Henrik Stenson (+2). El sueco venía de fallar el corte en Abu Dhabi y Dubai, es cierto, así que no está en su mejor momento, pero es que además hoy dilapidaba su buen 68 del jueves con una ronda de cuatro más en el día. Hay que remontarse doce o trece años atrás para encontrar la última vez que Stenson fallaba tres cortes consecutivos. Todo un señor toque de atención.
El campo se la ha jugado a muchos. Cuando no era el viento, eran los greenes grumosos y traicioneros. O el pelo de la hierba, nudoso, en los antegreenes. O la arena abundante de los bunkers de calle…
Larrazábal: un primer guiño a México (aunque no lo busque)
La escabechina ha sido mucho mayor por la tarde, hasta el punto que dábamos por eliminado a Pablo Larrazábal (PAR) tras firmar un 73 en el turno matutino y al final su registro entraba sin agobios. Seguramente, también Sergio García (-1), que llegó a desquiciarse en la recta final de su jornada, pensaba que se iba a quedar fuera tras acabar con bogey en el hoyo 9, pero el de Castellón seguirá en la pelea. Incluso el acumulado de +1, donde aguardaba Adri Arnaus (+1), manejaba al final del día alguna opción remota de entrar, aunque finalmente se quedaba fuera. Adri ha batallado los dos días hasta la extenuación en unos greenes que, como a tantos, se le han atravesado.
Campillo enchufa algunos ‘canutillos’ y ya está arriba…
La emboscada ha cazado también a Thomas Pieters (-3), líder inmaculado tras la primera jornada que hoy entregaba un 74, cuatro por encima del par. Y a Jorge Campillo (-2), que comenzaba la vuelta muy fuerte y que lo ha pasado mal por los segundos nueve, aunque manteniendo el barco a flote. Y se ha cebado con Westwood (+4) Olesen (+2), Els (+3) o Pepperell (+6), que se han quedado fuera; Reed (-2) y Koepka (-1) también las han pasado canutas, aunque ellos sí que podrán desquitarse durante el fin de semana.
Jornada de supervivencia, por tanto, salvo para unos pocos, entre los que por supuesto merece toda la atención el líder en solitario y número 3 del mundo, Dustin Johnson (-11), que establecía como si tal cosa un exigente récord del campo, 61 golpes, sin despeinarse. En fin, seamos serios: todo lo que hace este hombre en un campo de golf lo hace aparentemente sin despeinarse, toquen vacas gordas, como hoy, o flacas. Nadie ha entendido mejor que él los greenes y los birdies iban cayendo desde todas las distancias, aderezados con un eagle, tras enchufar un putt de unos siete metros desde el antegreen en el hoyo 4. En este plan se hace muy complicado no verlo como ganador, pero algo nos dice que esta semana y este campo todavía tienen reservadas algunas sorpresas.
¿Cómo es el nuevo campo que estrena en Arabia el circuito europeo?
En la Armada también ha habido lugar para las buenas noticias. Adrián Otaegui (-3) ganaba la partida al campo, lo que hoy sólo han conseguido 33 jugadores, y Gonzalo Fernández Castaño (-2) sacaba adelante unas luchadísimas tablas que lo mantienen en la pomada del torneo. Se trata, además, de dos jugadores que se habían quedado fuera del corte en Abu Dhabi y Dubai, así que la buena noticia es doble, puesto que nunca es pronto para ponerse a sumar, aunque el mes de febrero no haya hecho más que saludar. Gran reacción la del madrileño, por cierto, que firmaba hasta tres birdies en el último tercio de su vuelta, cuando ya estaba soplando más el viento por la mañana.
Además de Arnaus, se han quedado fuera Álvaro Quirós (+2), Nacho Elvira (+3), Alejandro Cañizares (+7) e Iván Cantero (+11), todos ellos enredados en esta jornada de fatigas y escozores.
