El mundo del golf profesional se ha visto sacudido por la última gran noticia del circuito europeo, acerca de los tres millones de euros que se llevará el ganador de la Final de Dubai, así como los dos millones que se embolsará el ganador en Turquía (Turkish Airlines) y los dos millones y medio que se llevará el de Sudáfrica (Nedbank), torneos previos a dicha final y también pertenecientes a las Rolex Series, siendo los premios para un ganador con mayor montante económico en la historia del golf, especialmente el de la Final de Dubai, como es obvio. Veamos algunos puntos de enorme interés en torno a esta noticia.
– Conviene, antes de nada, aclarar un matiz muy importante: en realidad, la bolsa de premios de estos torneos no sube. Lo que se produce es una redistribución de dicha bolsa. Esto es, el segundo, el tercero, el cuarto o el quinto clasificado, y así hasta el último, recibirán un cheque menor del que recibieron, por ejemplo, en la última edición del torneo; todos sufren un recorte proporcional, con el objetivo de producir ese incremento bestial en el cheque del ganador. De hecho, con la reducción de un field en el que no había corte, ya estás canalizando una parte de la bolsa de premios hacia el bolsillo del ganador, puesto que estás dejando de pagar a esos diez jugadores menos que tienes (en la Final de Dubai, por ejemplo, entrarán sólo los cincuenta mejores, en lugar de sesenta, como hasta hoy).
La Final de Dubai de 2019 repartirá el premio más alto de la historia del golf
– La primera gran pregunta que brota sola es: ¿cuál es el objetivo primero del circuito europeo con esta medida? Parece claro. Con este cebo trata de mejorar el ‘field’ de estos torneos, entre otras cosas para no ser penalizado por Rolex… Así es, ya que en el acuerdo firmado con esta marca, el circuito europeo garantizaba en los torneos de las Rolex Series una media concreta de puntos de ‘Strength of Field’, el llamado SOF, baremo del ranking mundial que mide básicamente la calidad de la nómina de participantes, teniendo que devolver parte del dinero que pone este espónsor si al final de la temporada no se ha llegado a esa media, tal y como ocurrió en 2017 y 2018.
– El gran objetivo a medio plazo, en todo caso, aunque está ligado con lo anterior, es el de conseguir que más jugadores del PGA Tour se animen también a hacerse miembros del European Tour, especialmente algunas de las grandes estrellas estadounidenses, que copan el top-50 del mundo (puntos SOF a espuertas…) y son tan reacios a salir de su país. En este sentido y en el de facilitar la vida a las grandes estrellas europeas, ya iban dirigidas las medidas de ‘abaratar’ los requisitos de membresía: hoy en día basta con jugar cuatro torneos del calendario, al margen de Grandes y Campeonatos del mundo.
Dicho de otro modo: se trata de sumar más casos a los de Patrick Reed y Xander Schauffele, ambos presentes en la última Final de Dubai, o al de Bryson DeChambeau, que es miembro del circuito europeo 2019.
– Pero la gran cuestión que debe plantearse, y que de hecho se están haciendo muchos jugadores del European Tour, es la siguiente: ¿realmente el bestial incremento en el cheque del ganador de estos torneos atraerá a los mejores jugadores del mundo? Hay opiniones para todos los gustos, sobre todo entre los propios jugadores del European Tour, y no es tan sencillo evaluar la situación, el éxito o el fracaso de semejante órdago. Keith Pelley, en concreto, máximo dirigente del circuito europeo y principal impulsor de la idea, se está jugando mucho, pues estaríamos hablando de un ridículo mayúsculo en caso de que no se produjera una mejora evidente del ‘field’ de estos torneos.
Quizá en los próximos días y semanas algunos jugadores destacados comiencen a manifestarse al respecto. Habrá que estar muy atentos.
