Pablo Larrazábal (-12) ha acabado sexto en el Abu Dhabi HSBC Championship, primer torneo del año del European Tour. Si se lo dicen antes de empezar el miércoles lo habría firmado. Si se lo dicen antes de arrancar este sábado, seguro que no. Es el inevitable sabor agridulce que le queda al golfista español después de una semana de lucha sin cuartel. En cualquier caso, la maleta viaja a Dubai con muchas más cosas positivas que negativas.
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Larrazábal ha hecho esta semana dos cosas en Abu Dhabi inéditas en su carrera. Una os lo contamos nosotros. Es un dato objetivo. Es su mejor resultado de siempre en un Rolex Series. Nunca antes había quedado en el top ten en sus quince participaciones anteriores en los millonarios torneos del European Tour. De hecho, su balance era más bien pobre. Su mejor resultado era un decimosexto en el Open de Francia de 2017 y había fallado siete cortes, una cifra alta si tenemos en cuenta que cinco de esas quince citas eran sin corte.
“Un sexto puesto tal y como le he pegado a la bola es un milagro de los que no se recuerdan”
La segunda novedad que deja la semana para el jugador de Barcelona tiene mucho más que ver con lo subjetivo y el terreno de las sensaciones. “Un sexto puesto tal y como le he pegado a la bola es un milagro de los que no se recuerdan”, afirmaba a Tengolf nada más acabar el torneo.
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Pablo ha exprimido su juego al ciento por ciento, aunque la realidad es que hoy ha jugado mucho más ordenado de tee a green que los tres días anteriores. Con el driver no ha estado del todo fino, pero con los hierros ha dado algunos golpes desde el rough y la arena sensacionales. Hoy le faltó la compañía del putter. El más largo que ha metido ha sido de metro y medio, muy poco para meterse de verdad en la pelea por la victoria.
De hecho, el primer síntoma de lo que se avecinaba llegó en el hoyo 2. Otra sacada de búnker de libro y opción de birdie de menos de un metro que se iba al limbo. Por un momento, Larrazábal se quedó en estado de shock. No lo esperaba y le hizo dudar con la fuerza. Ya fue a remolque en los greenes. Sus otros tres birdies fueron en el 6, dada, en el 12, embocando, cómo no, desde el búnker, y en el 18, también con un putt muy cercano.
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Con este resultado y el top ten cosechado antes de acabar el año en Sudáfrica, Pablo se mete de lleno en la pelea por entrar en el WGC México Championship mediante el top ten de la Race to Dubai. Quedan cuatro torneos por delante para ganar algunas posiciones. Ahora mismo ocupa el puesto decimocuarto, a algo menos de 40 puntos de la décima posición que ostenta Jason Scrivener.
