Apareció el viento y desapareció el ‘viejo PGA’. El campo que vimos ayer y esta mañana, amigo de los birdies, complaciente con los buscadores de bandera, ya es historia. Esta tarde ha sido ‘secuestrado’ por otro campo hostil, enemigo de los riesgos y que pone de los nervios al más pintado.
La diferencia: el viento. Avisaban los más sabios del lugar: Ojo que como solpe el viento este campo no tiene nada que ver… Pues sí señor. Así es. Esta tarde hemos vivido una lucha contra el aire, un estrés persistente a la hora de elegir el palo, de medir si la racha que viene de la derecha agarrará tu bola y hará diabluras con ella o si, por puro capricho, se para en seco y deja la pelota libre, indefensa…
Los jugadores han estado en manos de Eolo y éste ha hecho de todo. Incluso, ha sacado de quicio a un tipo con miles y miles de horas de golf como Colin Montgomerie. El escocés, el capitán de Ryder Cup, se ha marcado un 81 y se ha vuelto para las Highlands. Como si Monty no estuviera acostumbrado al viento… Pero este aire es diferente.
«El campo ha estado gracioso esta tarde. Es muy complicado con este viento porque no tienes control sobre tu bola. Estás en manos de las rachas de viento, es muy difícil…», aseguraba Pablo Martín quien, al menos, consiguió acabar la ronda al par. No diremos que es una proeza, pero sí un gran resultado.
Un dato para que se hagan a la idea de cómo estaba esta tarde el PGA: de los 78 golfistas que han jugado por la tarde, sólo 12 han sido capaces de jugar bajo par: Santi Luna, Graeme Storm, Chris Wood, Pablo Larrazábal, Philip Price, Bradley Dredge, John E. Morgan, Robert Rock, Fabrizio Zanotti, Rafa Echenique, James Kamte y Stephen Dodd. Precisamente éste último ha hecho la mejor y única vuelta de la tarde que ha bajado de 70 golpes, con 69 impactos. Otro dato: de los que jugaron por la tarde, sólo uno está en el top ten: el joven inglés Chris Wood.
Esto es lo que ha pasado hoy, pero mucha atención con lo que se nos avecina mañana. Agárrense que vienen curvas. Voces muy autorizadas del torneo aseguran que el viento será el sábado muy parecido al de la tarde de hoy, aunque por momentos las ráfagas serán incluso más fuertes. Máxima tensión en el PGA.
Además, mañana se verán banderas aún más difíciles. Eso sí, como no todo va a ser hacerle la vida imposible al golfista, han decidido no pasar el rulo esta noche para evitar que los greenes alcancen velocidades imposibles. Ya saben, el cóctel de sol más viento puede ser letal. «Vamos a ver fiesta mañana», afirmaban entre bambalinas en el PGA.
La dificultad de la tarde se puede apreciar en dónde quedó situado finalmente el corte. Se especulaba que podría andar en el -2, sino mejor, y acabó al par.
Así las cosas, encaramos el fin de semana con Thomas Levet (-13) en el liderato, con Soren Hansen a un golpe, Peter Lawrie a dos y Alejandro Cañizares y Chris Wood a cinco.
