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El Real, a ras de rough (y IV)

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Matrícula de honor para la afición… Más de 35.000 personas han desfilado por las calles y greenes del Real Club de Golf de Sevilla durante el Open de España…

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El público abarrotó el partido de Garrido y Jiménez (hoyo 3)

 

La cifra es sobresaliente. Sólo el domingo hubo 12.000 gargantas empujando a Nacho Garrido y Miguel Ángel Jiménez a la victoria. Una vez más, Sevilla ha respondido cuando ha tenido un acontecimiento de primer nivel. Y no sólo en número. El comportamiento ha sido modélico. Empujando a los españoles, pero siempre con respeto hacia los rivales. Que se lo pregunten a Peter Lawrie tras la ovación que recibió por su brillante victoria. Un ejemplo: en la calle del hoyo 9, mientras Nacho Garrido andaba hacia su bola rumiando aún su bogey en el hoyo 8, varios aficionados gritaron de forma espontánea: “¡ánimo Nacho, tú puedes!”. Y vaya si pudo.

 

El sufrimiento de Jiménez… Tantas veces lo repetimos que al final corremos el peligro de que el mensaje pierda efecto. Pero es de ley y aquí al menos, en Ten-Golf, no vamos a parar de reconocerlo. ‘Chapeau’ para Miguel Ángel Jiménez. Pisha, eres un crack. Llega a Sevilla reventado. Que si un viaje a Augusta, que si después a China, que ahora aterrizamos en Sevilla y hoy mismo cogemos un avión para Ponte Vedra, para jugar el The Players. Otro se habría borrado. Pero Jiménez no. Viene al Open de España y encima está a punto de ganarlo, de no ser por la “puñalá” del hoyo 10. No obstante, hay más. Terminada su vuelta, se planta en la sala de prensa, con su imperturbable puro, se interesa por la cobertura mediática que ha tenido el Open y se queda mordiéndose la uñas para ver el play-off de Nacho Garrido. Eso sí, siempre con respeto hacia Peter Lawrie. Ni una palabra más alta que otra. Es más, cuando Lawrie pega su segundo golpe en el 18 desde el búnker, en el segundo hoyo del play-off, y la deja a cuatro metros, Jiménez hace un gesto de admiración con la cara y dice: “qué gran golpe acaba de dar Lawrie”. Después, algo de decepción por Nacho, y a pensar en hacer las maletas para seguir dando guerra en el The Players.

 

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John Daly apunta en su tarjeta junto a su acompañante en Sevilla

 

John Daly, genio y figura… La batería de anécdotas que nos ha dejado la presencia de Daly en Sevilla daría para escribir un libro. Desde su interés por comprar una de las casas que están a pie del RCGS, al ofrecimiento de sus diseños al dueño del club, Elías Hernández, para que haga un nuevo recorrido con su firma. Pasando por su incontinencia fumadora, su pasión por las ‘diet coke’, sus extravagantes gafas de sol, su pegada estratosférica, su fantástica actitud para jugar al golf, su arrolladora personalidad… Sirva para definirlo una leve pincelada: el viernes estaba desayunando en la cafetería del Real a las 7.50 de la mañana mientras el resto de jugadores calentaban en la zona de prácticas. Su salida era a las 8.30. Salió y jugó bajo par, aunque no pasó el corte. Un mito. Como mítica es la leyenda que lo acompaña. Durante su partido el viernes, se escuchó a un grupo de aficionados asegurar que la noche anterior se le había visto por la Feria de Jerez. Es sólo un rumor. Y es que Daly nunca deja a nadie indiferente.

 

Las fotos de la casa club… Los golfistas extranjeros estaban muy interesados en saber quiénes eran los jugadores cuyas imágenes cuelgan de las paredes de la casa club del RCGS. Todos reconocían a la primera a Olazábal, a Sergio García o a Jiménez. Sin embargo, la foto de Juan Quirós provocaba dudas. Muy fácil: ven a aquel señor batiéndose el cobre en el campo de prácticas. Ése, ese es Juan Quirós. Duda resuelta.

 

Jiménez y el ‘breikindance’… Para desgracia de algunos, el Chikilicuatre ha traspasado fronteras. También estuvo, aunque sólo de forma virtual en el Real. Estaban en el campo de prácticas Álvaro Salto, Juan Quirós y Juanma, el caddie de Quirós dando unas bolas. En estas que llega Miguel Ángel Jiménez y comienza a hacer unos ejercicios de estiramientos. Lo primero: mover las rodillas de forma circular para calentar las articulaciones. Ahí que salta Juanma y le dice: “Miguel, uno, el breikindance, dos…”. Jiménez se queda a cuadros y le responde: “¿qué es eso, pisha?”… Y Juanma le contó la historia del chiki-chiki.

 

Alfredo García-Heredia, aquí Bill Clinton… Hace unos años el entonces ya ex presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, acudió a las Islas Canarias de visita y se le antojó jugar una partida de golf. Se llamó entonces a Alfredo García-Heredia para que acompañara a Clinton por las calles del campo de Abama. Las anécdotas son miles. La primera, de protocolo: “Alfredo, cuando te dirijas a Clinton, siempre debes tratarle de sir”. Las medidas de seguridad que acompañaban al partido eran espectaculares. Lo del golf de Clinton, ya mejor se lo contamos otro día…

 

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Nacho Garrido por la calle del 9 el domingo

 

La confianza de Nacho Garrido… El madrileño anduvo atascado en los primeros hoyos del domingo. Hasta el 9 no se quitó de encima la presión y reaccionó. La clave pudo estar en su confianza y en la charla que tuvo con su caddie en la calle del 9. Ahora toca hacer birdies, aún estamos metidos en el torneo y lo podemos hacer, confesó Nacho. Y lo hizo.