– El joven inglés Nathan Kimsey (-12) firmaba hoy un 61 en el Tour course del PGA Catalunya, nueve menos en el día, para conquistar el liderato en solitario en la Final de la Escuela del circuito europeo después de la cuarta jornada, la que marca el corte. Un resultado de parecido calibre necesitaban algunos jugadores españoles en el mismo campo para llegar precisamente a la línea del corte, pero Kimsey ya había exprimido toda la épica, por lo que se ve…
– Borja Etchart (-1) es el único superviviente de los nueve españoles que comenzaron el sábado, gracias al 72 que ha firmado hoy en el Stadium course del Resort gerundense. Comienza para el vasco una nueva Final, puesto que ahora dispone de otros 36 hoyos para llegar hasta las primeras 25 plazas, y la distancia no es insalvable, ni mucho menos: está a solo tres golpes.
– Jordi García Pinto (+5), el mejor colocado de los nuestros al inicio de la jornada, perdía todas sus opciones en un último tercio de vuelta terrorífico en el Stadium course (parcial de seis arriba en este tramo). El carrusel de emociones y sensaciones que provoca esta competición es absolutamente indescifrable. Tampoco José Manuel Lara (+8), que salía medianamente bien colocado, ha podido mantenerse dentro del corte.
– Al margen de Etchart, García Pinto y Lara, el resto de los componentes de la Armada necesitaba una vuelta soberbia para siquiera rozar la hazaña. Y no se dio. Aunque hubo intentos. Pablo Martin (+4) firmaba un 66 y Pedro Oriol (+3) un 67, pero de todos modos se quedaban muy lejos. El malagueño, eso sí, se daba el gusto de conseguir su primer hoyo en uno en competición, pegando un hierrazo 4 en el hoyo 14 del Tour course, para embocarla desde unos 185 metros.
No se trata ahora de poner paños calientes: es un verdadero drama que hombres como Álvaro Quirós o Borja Virto se queden sin los derechos de juego completos para 2017, o bien que otros como Carlos del Moral o Álvaro Velasco, además de los anteriormente citados, no puedan reconquistarlos sin siquiera haber jugado además las seis rondas de la Final. Pero esta es la realidad y ninguno de ellos puede perder demasiado tiempo en lamentos. No sirven de nada.
