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Hace falta aún más viento y frío para tumbar a los españoles en Corea…

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La tercera jornada del Ballantine’s Championship que se juega en el Pinx Golf Club (Isla de Jeju, Corea del Sur) tiene una lectura principal y fundamental para entender lo que ha ocurrido hoy allí:

La inclemencia meteorológica ha causado auténticos quebraderos de cabeza, hasta el punto de que, y aquí viene el dato importante, este recorrido de par 72 se ha jugado hoy con una media de 6,55 golpes más. Quédense con esa cifra para entender y valorar los resultados que se han dado: el viento, el frío y la lluvia han hecho que en realidad hoy el par de este campo estuviera entre los 78 y 79 golpes…

De hecho, agárrense, cerca de la mitad de los 74 jugadores que quedaban tras el corte del viernes, ha entregado hoy tarjetas de 80 o más golpes… Sólo un jugador, François Delamontagne (-1), ha jugador hoy por debajo del par 72, quizá en su salsa recordando los inestables y ventosos inviernos de su Bretaña natal. El galo ha entregando un 71 muy valioso que le ha hecho remontar casi cuarenta puestos, a cinco golpes del líder, Robert Jan-Derksen (-6). El holandés se ha mantenido incólume hasta el hoyo 14, para acabar con cuatro bogeys consecutivos (una buena tarjeta de 75 golpes, en todo caso).

Se han visto imágenes muy curiosas en Corea que explican el frío que hacía. Jugadores con guantes, gorros de lana hasta las orejas, muy abrigados… Incluso, un español, Gonzalo Fernández Castaño, se lo tomaba con humor. El madrileño lució un gorro de lana blanco con una borla negra…

En situaciones así, una vuelta de golf se transforma en un auténtico infierno. A la temperatura más bien baja (no ha subido de los diez grados en todo el día) hay que sumar una sensación térmica aún inferior a causa de las potentes e inmisericordes ráfagas de viento frío, que han llegado a alcanzar por momentos los 60 kilómetros por hora. Y todo ello, evidentemente, durante las casi cinco horas que los jugadores han estado en el campo. Lo dicho: un auténtico reto para la estabilidad mental. Una prueba de supervivencia deportiva.

Teniendo en cuenta todo esto, es de ley resaltar el extraordinario comportamiento de los jugadores españoles. Pablo Martín (-4) es segundo en solitario después de firmar un fantástico 74. Ha mantenido la paciencia y ha recuperado muy bien en los siete greenes que no ha podido coger.

El joven malagueño va a salir mañana en el partido estelar. Ya está ahí, dándose de nuevo oportunidades de victoria un domingo, que es de lo que se trata. Pase lo que pase mañana, digamos que ya pueden ponerse ustedes a soñar, igual que lo hacemos nosotros, de cara a un futuro a corto, medio y largo plazo. Porque Pablo tiene juego para dar auténticas campanadas en el conciento internacional.

A Gonzalo Fernández Castaño (-1) podríamos compararle hoy con los legendarios tercios españoles… Avanzando sin mudar el gesto mientras la artillería del enemigo diezma la formación, hasta llegar al cuerpo a cuerpo.

Su tarjeta es un poema. Una oda más bien. Tres dobles bogeys la ‘adornan’, y casi siempre contestando con birdies hasta firmar un 76 que visto lo visto y dicho lo dicho, es bueno. De hecho, ha ganado un puesto en la clasificación, es sexto, y está en distancia para el asalto final a la victoria. Vaya si está en distancia…

Para mañana, además, las previsiones meteorológicas no cambian demasiado. Los descalabros pueden estar de nuevo a la orden del día y quien aguante en torno al par tendrá algo más que opciones de ganar en la recta final.

Rafael Cabrera Bello (PAR tras entregar una tarjeta de 76) comentaba hace algunas semanas en su blog de Tengolf que este año estaba trabajando a conciencia un aspecto mental muy importante: mantener la concentración y la estabilidad en circunstancias adversas. Reconocía que sufre demasiado mucho con el frío y el agua, hasta el punto de salirse de juego en muchas ocasiones cuando el día sale así.

Por eso, hoy Cabrera debe sentirse orgulloso y satisfecho. Ha completado unos primeros nueve hoyos de antología (un birdie y ocho pares) y, al final, es cierto, ha sufrido de lo lindo, pero manteniendo arriba la cara y sin salirse de swing. Está a seis golpes del líder y todo puede ocurrir.

Un quinto puesto en Corea prácticamente le aseguraría la tarjeta para el año que viene. Y estamos sólo a finales de abril…

Ni siquiera puede recriminarse nada a esos 79 golpes de Pablo Larrazábal (+7): lo dicho, esos 79 eran hoy el par del campo. Ernie Els (-1), con la segunda mejor tarjeta del día (73) se ha metido en la lucha por el triunfo.