Martín Kaymer (-15) gana por segunda semana consecutiva. Y vaya el momento que ‘ha elegido’ el alemán: encadena triunfos en torneos del prestigio y la bolsa del Open de Francia (la semana pasada) y el Open de Escocia (hace unos minutos…), justo antes del ‘major’ entre los ‘majors’, el Open Championhip. En el Ailsa course de Turnberry, la presencia de este super-talento alemán será vigilada con lupa. Allí luchará consigo mismo por mantener sus registros y, sobre todo, su juego demoledor. Kaymer contra Kaymer. Y si lo consigue…De momento ya está casi encaramado al top-ten mundial y al segundo puesto de la Race to Dubai.
Gonzalo Fernández Castaño (-13), que partía como líder, ha sumado finalmente su cuarto segundo puesto de la temporada (empatado com Raphael Jacquelin) tras firmar una vuelta de +1. Pero no todo son malas noticias para el madrileño, a pesar de no haber rematado la faena…
En una entrevista concedida por Gonzalo Fernández Castaño a Tengolf hace un par de años, el jugador madrileño afirmaba: «cambiaría esa victoria que consigo cada año por un buen puñado de segundos y terceros puestos». La moraleja de semejante sentencia es evidente: aspiraba entonces a convertirse en un jugador que aspire a la victoria unos cuantos domingos al año. En fin, en 2009 no podrá quejarse de segundos puestos… Pero es sin duda su mejor temporada como jugador profesional, aunque aún no haya obtenido su ‘clásico’ triunfo. El golf es una eterna carrera de fondo y los segundos puestos cuentan, y mucho.
Su derrota de hoy duele, no cabe duda. Sólo ha firmado un birdie en toda la vuelta. Realmente no ha llegado a dejarse demasiadas opciones claras con su juego desde la calle. Pero su actitud ha sido inmejorable, porque días como éste, en el que uno no termina de afinar con los hierros, se sufren a montones, y la diferencia la marca quien no se sale definitivamente de swing, quien aguanta, quien persiste. Y también, por supuesto, quien se ha ‘currado’ de lo lindo un swing más sólido, en el que los fallos son fallos pero menos…
Nos acordamos ahora, por ejemplo, de esas dos semanas de intensa preparación para el Open USA. En Bethpage no pasó el corte y su desencanto fue mayúsculo. Pero, incluso en golf, suele haber cosecha después de una buena siembra. A sus 28 años, un ‘yogurín’ en este deporte, sigue dando los pasos correctos, alcanzando metas, cumpliendo objetivos. Su puesto entre los primeros cincuenta va a verse reforzado. Y vamos a ver si no nos sorprende en Turnberry dentro de unos días… La experiencia reciente del Open USA puede tener un peso decisivo.
No, este segundo puesto no ha sido agrio, está cargado de buenas noticias. Comentábamos la actitud mostrada hoy por el madrileño en Loch Lomond. Y a las pruebas hay que remitirse: en el hoyo 13, par 5, pegaba una estrepitosa escapada por la derecha. Podía ser la gota que colmara el vaso de la paciencia… Sin embargo, salvaba un gran bogey, pateando incluso desde diez metros para par. Acto seguido, templaba gaitas y pegaba una gran madera 3 en el hoyo 14, par 4 corto al que se podía llegar desde el tee, inmaculado de línea y casi de fuerza, porque no coronaba el green por centímetros. Sacó el birdie. En el hoyo 16, incluso, apretaba a Kaymer con un tirazo a bandera con el alemán en posición incómoda alrededor de green… Pero falló el putt de algo más de dos metros. Ahí estuvo el torneo. Pero él al menos había vuelto a meterse en el salón de los candidatos.
Mientras Martin Kaymer siga mostrando semejante fortaleza mental y técnica, difícil lo tiene el resto. El alemán ha sumado sólo doce bogeys en sus últimos 144 hoyos de competición, y ante rivales de primera fila mundial tanto en Francia como en Escocia. Sólo doce bogeys. Ni un solo error de esos que llamamos fatales en estos catorce días mágicos (dobles, triples bogeys…) y en campos donde existe una amenaza real y latente. Como casi siempre, en todo caso, al final su principal arma ha sido el putter. El alemán los ha metido de todos los colores y, sobre todo, se ha librado de muchos problemas con numerosos putts muy tensos para salvar el par.
Ha mostrado en los greenes, además, ese don de la oportunidad con el que está bendecido Tiger Woods: embocar los putts importantes; justo cuando tus rivales más te aprietan, cuando tu juego desde el tee o desde la calle muestra algunos síntomas de debilidad… Cuando mas falta hacen.
Ahora resulta obvio dar como favorito a este joven jugador de cara a la semana que viene, pero lo cierto es que nos cuesta creer que pueda mantener este nivel, esta seguridad y aplomo, durante mucho más tiempo… Por si acaso, mejor no apostar en su contra.
