– Veinte jugadores en dos golpes, allá en lo alto de la clasificación, nos ha dejado la primera jornada del British Masters. Los que van del -5 de los cuatro líderes (Ilonen, Fleetwood, Warren y Sterne) al -3 de McDowell, Wood o Lowry, por ejemplo. Cómo nos gustan los campos, o las semanas, en los que se comprimen las listas de candidatos y meritorios…
Porque en realidad hasta deberían destacarse los escasos cuatro golpes en los que se sitúan casi cincuenta jugadores, todos los que han acabado la primera ronda por debajo del par. No estaba sencillo precisamente The Grove. Frío y humedad por la mañana; más viento por la tarde. En fin, octubre en las Islas Británicas. Y cómo nos gustan también las condiciones de juego que más o menos son equitativas con los dos turnos de juego: de los 49 jugadores que han terminado bajo par, 27 salieron en el turno matutino y 22 en el vespertino. Pues eso, más o menos.
– Pablo Larrazábal (-1) ha luchado tenazmente por mantenerse en números rojos y lo ha conseguido. Es el único de los españoles que lo ha logrado, pero afortunadamente, como ya ha quedado dicho, hay margen de maniobra en las apreturas de la tabla. El barcelonés ha exprimido a conciencia los tres pares 5 del recorrido inglés para terminar ganando la partida. Justo lo que le ha faltado a José María Olazábal (+2), que el viernes luchará por meterse dentro de un corte que podría andar en torno al PAR, o incluso +1. Más que digna la puesta en marcha de Chema después de 18 meses sin competir.
– Álvaro Quirós (PAR), Eduardo de la Riva (PAR) y Jorge Campillo (PAR) firmaban las tablas, superando todos ellos momentos delicados en sus respectivas vueltas. Buen trabajo el suyo. Y Alejandro Cañizares (+2) tiene el mismo reto por delante que Olazábal, también a la hora de sacarle más partido a los hoyos largos.
– Más complicado lo va a tener Luke Donald (+6) el anfitrión o gran embajador del torneo, para estar el fin de semana. Lo que podía salir mal le salía hoy peor al inglés.
