Víctor Pastor (-5) es el soplo de aire fresco de la primera jornada del Open de España. El joven amateur cordobés no olvidará fácilmente el primer hoyo de su carrera en el circuito europeo: salía por el hoyo 10 del Centro Nacional, par 5, y se apuntaba un eagle…
¿Cuántas vueltas de entrenamiento habrá jugador Pastor en este campo? Pues seguro que es muy difícil contarlas, pues estuvo un año en la Blume y se hartó de jugarlo. Se lo conoce como la palma de su mano. Seguramente por eso ni mudaba el gesto después de dibujar una señora escapada a la izquierda con el drive, directa a la calle del 16 (el habitual 18 del recorrido madrileño). Él mismo se encargaba de tranquilizar a su hermano Marcos, que le está llevando la bolsa. “Desde allí sé bien lo que hay que hacer”, vino a decirle. Y tanto que lo sabía: maderazo de 240 metros y putt de diez metros para cerrar el eagle.
Víctor es el gran abanderado de UGPM, el programa de Golf y Universidad en Málaga que ya está ofreciendo a las jóvenes promesas de nuestro golf (y de toda Europa) una interesante alternativa a las universidades americanas de formación y deporte. Este jugador pertenece a la primera hornada del programa y rondas como esta son aldabonazos que de alguna manera prueban su eficiencia.
Pastor fue doble campeón de Europa (universitario y por equipos con España) y esta semana de momento se ha presentado en la élite con un 67
Pastor tiene muy buena pinta, como suele decirse en cristiano. Sobre todo, por esa cabeza bien amueblada y una humildad fina y sin afectaciones. El año pasado fue doble campeón de Europa (universitario y por equipos con España) y esta semana de momento se ha presentado en la élite con un 67. No se nos ocurre una mejor manera de hacerlo.
