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La historia del árbol ‘tragabolas’

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– Suena a juego infantil cutre de los 90, pero nada de eso. Hablamos de una palmera, no demasiado alta, algo achaparradita, que se encuentra entre las calles del hoyo 15 y 16 del Real Club de Golf de Sevilla. Este arbolito alcanzó ayer su momento de gloria. Que le pregunten si no a Pablo Larrazábal y al joven voluntario que estaba sentado con su espalda apoyada en el tronco…

Larrazábal se plantó en el tee del 15 con una gran tarjeta en el bolsillo. Acumulaba -4 y estaba peleando por el liderato de la primera jornada. Le pegó duró con el driver y se oyó un castañazo en esa misma palmera. Pero no había rastro de la bola. El voluntario se afanó en buscarla por el rough, los búnkers, pero no aparecía…

Larrazábal tiró una segunda provisional y está sí cayó en el rough, muy cerca otra vez de la palmera. Cuando llegó Pablo ya había varias personas buscando la bola. El pensamiento general era que había podido irse a cualquier lado con el rebote. Sin embargo, el golfista español intuyó que se podía haber quedado en el árbol y así fue. Llamó al árbitro para preguntar si podía coger la bola para identificarla y en caso de que fuera suya declararla injugable y droparla. Estaba incrustada literalmente en el tronco. Vía libre…

Mientras, a poco más de 10 metros. Paul Lawrie, que estaba jugando el hoyo 16 se tiraba de los pelos porque no era capaz de sacarla del rough. Sus miradas a la escena de la palmera eran reiteradas y con cara de pocos amigos… Como si Pablo tuviera alguna culpa de sus golpes. Tranquilo Paul, hombre.

En poco menos de 20 segundos y con Larrazábal aún dropando se oye desde el tee del 16 «¡¡¡ball!!!»… Todos a cubierto. Era Nick Dougherty, con una curiosa escapada a la derecha. Su bola reposó a unos tres metros de la palmera. Sí, la palmera tragabolas.

Aparece en escena el partido siguiente al de Larrazábal. Salida desde el tee y nuevamente la bola pega en la palmera y cae a un búnker… No logramos divisar quién es el jugador. Mejor será irse aquí. El voluntario se queda. «No ha pasado nada en todo el día y en un momento parecía esto un bombardeo». Pues eso, que nos vamos…

No se pierdan la secuencia de la escena de Pablo:

 

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Pablo explica al árbitro dónde cree que está su bola

 

 

 

 

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El árbitro le da vía libre y Larrazábal se estira para alcanzarla

 

 

 

 

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La comprobación: efectivamente es la bola de Pablo

 

 

 

 

 

– Gonzalo Fernández Castaño sufrió un pequeño cortocircuito dentro de la gran vuelta que hizo ayer. Fue a raíz de un tripateo en el hoyo 13 desde menos de tres metros. Su tiro de salida en el 14 fue una gran escapada a la derecha, en medio de un grupo de árboles. Miró y remiró para buscar un hueco imposible donde meterla. Dudó entre sacarla simplemente a calle o intentar arriesgar para ganar algunos metros más y acercarse a la bandera. Demasiado imprevisible. Así que jugó a calle.

 

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Gonzalo Fernández Castaño se quedó sin tiro tras la salida del hoyo 14

 

El golpe tampoco era sencillo, aunque fueran poco más de 30 metros. Lo hizo muy bien. Desde ahí, aún tenía 160 metros y brisa en contra para alcanzar la bandera. El 14, además, está defendido por un imponente lago frontal. Tirazo y salvó el bogey con alguna oportunidad de par. Gran recuperación. En cuanto al tripateo. No hay que alarmarse. Gonzalo está pateando mucho mejor, pero el cambio de técnica hace que en ocasiones… Pues eso, que haya algún cortocircuito.

La pregunta es la siguiente: ¿Influyó el tripateo en la salida del 14? Pues quién sabe… Ni el propio Gonzalo podía asegurarlo cien por cien.

– José María Olazábal es una de las grandes atracciones de este Open de Andalucía y se nota en sus partidos. Va mucha gente con él. El de Fuenterrabía es muy querido por todos los aficionados y para muestra un botón. En el hoyo 2 su salida de marcha a una zona de arbustos a la derecha. Como pueden ver en la foto, más de 15 personas se pusieron a buscarla y al final se encontró.

 

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Varos aficionados y el propio Olazábal buscan la bola del español

 

– Marcos Lería ha sido durante muchos años director general de la Quinta, en Marbella. Esta semana debuta en el circuito Europeo como caddie. Lleva la bolsa de Juan Parrón. El almeriense ha hecho -5 y asegura que en gran parte ha sido gracias a Marcos. ¿Cómo puede ayudar tanto un debutante? Pues resulta que durante algunos torneos del Senior Marcos ha llevado la bolsa de Manolo Piñero, «y de Manolo se aprende muchísimo», asegura Lería. Y tanto…

– Pablo Martín tuvo que pasar el control antidoping después de jugar. Le tocó.