Cualquiera que hubiera pasado por el green del hoyo 2 de Abu Dhabi el lunes a primera hora de la mañana, habría pensado que allí había caído, como mínimo, un misil. La imagen era dantesca y terrorífica.
El director del torneo, Miguel Vidaor, lo descubrió a las 7.30 de la mañana, con el consiguiente desasosiego. No es algo habitual encontrase con algo así y mucho menos a tres días de que arranque uno de los torneos más importantes del European Tour.
A partir de ese instante, se puso en marcha un dispositivo en tiempo récord. Había que tapar el cráter como fuera y todos se pusieron manos a la obra. Esta semana están trabajando en el mantenimiento del campo de Abu Dhabi un total de 80 personas, un contingente compuesto por los 55 empleados que integran habitualmente el staff del Abu Dhabi Golf Club, más 15 contratados extras y diez voluntarios llegado de otros campos de la zona.
El resultado fue extraordinario. En la galería de fotos pueden ver la evolución del arreglo. En 24 horas la zona ya estaba jugable, aunque por precaución, Vidaor ha decidido marcarla como zona en reparación, sobre todo porque la hierba no ha tenido tiempo de asentarse y ante el riesgo de que las bolas puedan caer en las juntas de los tepes.
Un problema muy gordo resuelto en un visto y no visto. Es una de esas historias que se producen en la trastienda de los torneos y que da mucho valor al trabajo que desempeñan los empleados de un club y del European Tour. Un trabajo que en muchas ocasiones ni se ve ni se reconoce.
Por cierto, lo que provocó el cráter fue la ruptura de una tubería de agua.
