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Woods vuelve al emblemático hotel y repasa lo vivido en los últimos meses

Las reflexiones más sinceras de Tiger en su regreso al Burj Al Arab

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Tiger Woods en el hotel Burj Al Arab © Getty Images for Falcon
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El Omega Dubai Desert Classic, que comienza mañana, es la segunda parada en el intenso comienzo de año que tiene programado Tiger Woods. Será su octava aparición en el torneo, que no disputa desde 2014 y que ganó en dos ocasiones (2006 y 2008). La primera de ellas, con dos birdies en los dos últimos hoyos para forzar el playoff con Ernie Els. La segunda, con un putt de casi ocho metros para firmar una tarjeta de 65 golpes y superar de nuevo a Els y Martin Kaymer.

Pero antes de que la competición se ponga en marcha, el golfista estadounidense ha aprovechado para repetir visita al hotel de superlujo Burj Al Arab, donde estuvo en 2004 golpeando bolas desde su espectacular helipuerto. El Burj Al Arab es el cuarto hotel más alto del mundo, con una altura de 321 metros, y uno de los edificios más representativos de Dubai. Está construido sobre una isla artificial, en el mar, a 270 metros de la plaza, y conectado a tierra firme mediante una avenida.

La visita de Tiger al complejo, como era de esperar, se llevó a cabo al más puro estilo Hollywood, con aterrizaje en helicóptero incluido, acompañado por el Secretario de Deportes de Dubai, Saeed Hareb. Como hace 13 años, aprovechó de nuevo para pegar bolas desde allí, aunque en este tiempo el skyline de la ciudad se ha transformado sustancialmente, algo que llamó la atención a Woods en la entrevista que le concedió a Peter Dawson, que fue jefe ejecutivo de The R&A y secretario del Royal and Ancient Golf Club de St Andrews, de la que extraemos sus mejores frases.

– «Echo de menos jugar aquí. Ha sido bastante tiempo desde mi última vez, pero he mejorado lo suficiente como para viajar aquí de nuevo».

– «Fue duro, mejor dicho Peter, fue brutal. Había momentos en que físicamente no sabía si podía siquiera salir de la cama. Tenía a mucha gente alrededor para ayudarme y mantenerme animado. Las dos personas más importantes en este proceso fueron mis hijos»

– «Estoy confiado y deseando que llegue el torneo. El campo va a ser complicado, pero lo será para todos. Aquí se puede ganar de dos maneras: siendo muy agresivo, o jugando de forma conservadora. Lo que está claro es que cada vez que he venido aquí los greenes están absolutamente perfectos».

– «Esto es como el lugar donde crecí, como California. Hace mucho sol, es un clima seco, con altas temperaturas todo el tiempo… Es como el sur de California para mí. De hecho hay muchos jugadores que viven aquí, vienen y practican durante el año. Sobre todo en invierno, para prepararse para el comienzo de la temporada. Rory McIlroy, por ejemplo, pasa mucho tiempo aquí entrenando. Hay diferentes campos y mucho que aprender».

– «Es una locura ver los skylines desde aquí. Cuando llegué por primera vez había dos edificios allí, en el número ocho, que es donde solíamos apuntar. Ahora hay un horizonte completo de edificios. ¿Dónde voy a apuntar?».

– «Voy a diseñar un campo aquí. La idea es crear campos pensados para los tiempos en los que vivimos, es uno de los motivos por los que diseño de la forma en que lo hago, tratando de crear un campo donde no se pierdan las bolas de golf, por ejemplo. Otro aspecto difícil de hoy en día es el tiempo de juego y que nadie puede estar sin su teléfono móvil. Así que trato de conseguir que de alguna forma los jugadores vuelvan a involucrarse en el golf de nuevo».