Los torneos de golf también se ganan con vueltas como la de 73 golpes que ha hecho hoy Pablo Larrazábal (-2). No tanto por el resultado en sí como por la enorme garra que ha demostrado para minimizar los errores en un día que podía haber salido mucho más caro en el Andalucía Valderrama Masters. Ya en el hoyo 10, el primero del día, Pablo sentía que se avecinaba un día largo. El drive no carburaba.
“No creo que nadie haya hecho más kilómetros que yo hoy en Valderrama. He ido para todos los lados, escapadas muy serias. Creo que la he estrellado contra árboles en ocho salidas, que se dice pronto… Pegaban y se iban hacia un lado, hacia otro o directamente para atrás. He perdido la cuenta de los hierros 4 que he pegado a green… ¡¡a estos greenes!!”, explicaba un Larrazábal algo contrariado por la irregularidad desde el tee aunque orgulloso por la raza y la pelea que ha demostrado en esta segunda jornada.
Larrazábal ha librado hoy un combate cuerpo a cuerpo con Valderrama, algo por otro lado muy habitual en este exigente recorrido de Sotogrande. Ha hecho dos birdies y cuatro bogeys. Ha sufrido y ha conseguido salvar algo más que los muebles. Se mete en el fin de semana bajo par, lo que significa que estará metido en la pelea por la victoria. “Ese es el objetivo para el domingo, darme opciones, que es lo que más me gusta”, explica.
En cualquier caso, Pablo sabe que tendrá que mejorar desde el tee si quiere estar en la lucha por la victoria hasta los últimos hoyos. De hecho, tenía decidido buscar una cancha de prácticas cercana a Valderrama para poder practicar algo el drive. De todos es sabido que en Valderrama no se puede pegar el driver en la cancha de prácticas. “Soy un jugador de ‘feeling’ y necesito pegar algún drive antes de salir a jugar la vuelta. Me hacen falta esos minutos, unos cuantos golpes, en los que poder coger sensaciones”, explica. Así las cosas, no hay que descartar que por La Cañada, La Reserva o algún campo de la zona se vea esta tarde o quien sabe si mañana por la mañana a Larrazábal pegando drives.
