El epicentro del ciclón de birdies sigue estacionado sobre El Algarve… Cuando la segunda jornada del Portugal Masters anda ya en su meridiano, con el turno de juego matutino finalizado, el aluvión de birdies y tarjetones resulta imparable en el Oceanico Victoria Golf…
Francesco Molinari (-15) ha mantenido el impulso, y hasta ha acrecentado su ventaja con una tarjeta de 66 golpes. Inmediatamente detrás, dos españoles han presentado sus avales para el fin de semana, aguantando sin mudar el gesto ese tremendo ritmo de birdies, absolutamente indispensable para asomar las orejas por ahí arriba.
Pablo Martín (-12) ha firmado una vuelta gemela a la de ayer. Otro 66, aunque evidentemente cada jornada sea un mundo distinto. Pero nos referimos más a las sensaciones, a la imagen desprendida por el juego del malagueño: seguridad, fiabilidad, solidez, solidez, solidez… Ni un solo error grave en dos días. 36 hoyos sin bogeys en su tarjeta. 33 greenes cazados en regulación y ciento por ciento de acierto cuando ha tenido que recuperar alrededor de green…
A un golpe de Pablo se ha situado Álvaro Quirós (-11), que hoy se ha desatado con una vuelta de -7, dispuesto a reeditar su triunfo del año pasado. El de Guadiaro ha mejorado hoy ligeramente con el putter. Y si cualquier profesional es un peligro andante con el putter afilado, mucho más en el caso de este pegador monstruoso… Si mantiene ese ritmo de mejora en los greenes (hace una semana andaba desesperado en este sentido…) no nos cabe la menor duda de que el domingo estará luchando por la victoria en los últimos nueve hoyos.
Rafael Cabrera Bello (-6 tras entregar un 67) y Pablo Larrazábal (-6 tras entregar un 68) han apretado también con firmeza. Pero venían de más atrás y están realmente muy lejos de los puestos punteros. Dos putts de tres metros que se te quedan colgando en unos greenes que están siendo nobles, y puedes perder seis o siete plazas de una tacada en la clasificación…
Ya lo ven, así están las cosas: resulta que un 68, siendo bueno, no es tampoco gran cosa esta semana… Va en gustos, y todos muy respetables. Hay, entre aficionados, jugadores o periodistas, quienes se frotan las manos ante escenarios como éste, o como el de la semana pasada en Madrid. Cuantos más birdies, mejor. Cuánto más cerca se deje la bola del hoyo, mejor. Cuánto más se disparen los resultados, mejor.
Otros se van al extremo contrario. Son los que más disfrutan, por ejemplo, del Open USA, con esos campos concebidos y preparados para llevar al límite la consistencia de los profesionales. Quizá, sólo quizá, lo ideal haya que situarlo en un equilibrado punto intermedio…
De todos modos, los birdies están baratos, pero no son gratis… Hay que tener el juego necesario para ‘pagarlos’. McDowell, Kjeldsen, Fisher o Storm, por ejemplo no lo han tenido y van a quedarse fuera de un corte que ahora mismo anda en -3, pero que llegará seguro esta tarde al -4. Tampoco José Manuel Lara (-2) va a estar el fin de semana: él, por ejemplo, no ha conseguido meter ese ‘purito’ que le diera ritmo, además de fallar otros putts más metibles…
Un 64 de Retief Goosen (-12) es de momento el mejor resultado del día (el sudafricano es segundo junto a Pablo Martín), pero ayer el turno de tarde incluso llegó a ser más fructífero en la siembra y recogida de birdies. Veremos si salta el viento, si los greenes se secan un poco más… Veremos.
