José María Olazábal (-5) ha terminado el Omega Dubai Desert Classic con una vuelta de 69 golpes. La lectura tiene que ser muy positiva. El jugador de Fuenterrabía así lo entiende. Está en el camino de vuelta, cada vez mejor…
“Ha sido la mejor semana de las cuatro en el desierto. Ha sido una lástima porque he tenido dos o tres accidentes por ahí en los que he regalado algunos golpes, como ayer en el hoyo 10, que pegué dos buenos golpes, pero la bola se me quedó fatal e hice bogey. De todos modos, lo importante para mí es haber podido estar en la pomada. Es muy bonito darte una alegría que te ayude porque he pasado unas semanas duras en las que veía que el juego no me respondía”, aseguraba a Ten-Golf.
Olazábal ha estado varias veces en este mismo proceso de vuelta a la élite. Lo conoce perfectamente y se lo toma con calma. Eso sí, ya empieza a ver algunas cosas más que interesantes. “Sé que el comienzo de mi regreso va a ser duro porque han sido años sin poder hacer lo que hay que hacer para estar ahí arriba. Lo bonito es que esta semana le he pegado mejor a la bola. He dado hierros muy buenos y aunque los números no lo digan con exactitud, también le he dado mejor al driver”, señala.
El jugador vasco, curtido en mil batallas, no puede ocultar su felicidad de asistir a un domingo como éste en Dubai. Al margen de cómo acabe el día, Chema reconoce orgulloso que “no es nada fácil encontrar una situación así con tantos españoles metidos en la pelea por la victoria en un torneo de este peso, con este field tan bueno, pero esto es lo que tiene que ocurrir porque tenemos a muchos jugadores muy buenos, con gran potencial. Tenemos a una serie de jugadores que sólo necesitan ese pequeño salto de confianza para darse cuenta de que pueden luchar por meterse muy arriba, sólo hace falta ese ligero cambio de mentalidad y que se lo sigan creyendo”.
