Ha ocurrido durante la primera jornada del ISPS Handa Vic Open que el número 979 del mundo, el australiano Nick Flanagan, ha entregado una tarjeta con ocho birdies, dos eagles y dos bogeys y lidera en solitario el torneo con -10.
Ha ocurrido también que otro australiano, James Nitties (-8), ha encadenado nueve birdies seguidos después de hacer un doble bogey, igualando la mejor racha de birdies en la historia.
Noemí se cobra una cuenta pendiente
Ha ocurrido que al iluminado líder lo persiguen hasta seis jugadores que cerraban su ronda con un resultado de -8. Y que otro nutrido grupo de jugadores firmaba una tarjeta de 65 golpes, siete menos en el día, y finalizaban la jornada justo dentro del top ten…
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Ha pasado, además, que el festival anotador se ha vivido casi indistintamente en los dos campos que son escenarios de este torneo, el Beach course y el Creek course del 13th Beach Golf Club (Victoria, Australia). Que no falte de nada en ningún lado, maná de birdies. En el Beach se han sumado 367 birdies y 369 en el Creek, para un total brutal de 736 birdies, lo que sale a una media de locura de cerca de cinco birdies para cada uno de los 156 jugadores.
Ha ocurrido que en el hoyo 7 del Creek course, par 5, la media ha sido de 4,24 golpes, una salvajada, después de recibir a 78 jugadores y firmarse allí 47 birdies y 7 eagles. Y también se ha dado una curiosa circunstancia en el hoyo 15 del Beach course, un par 4 corto de unos 280 metros, donde nadie, absolutamente nadie, ha jugado por encima del par. No ha habido ni un bogey, ni un doble bogey, ni por supuesto tragedias mayores…
Los retos de Otaegui, Cantero, Campillo y Borda en Australia
Por desgracia, ha pasado también que el corte ahora mismo se sitúa por los pelos en -3 (a ver a dónde se va mañana si se mantienen las buenas condiciones de juego) y que es precisamente en este registro donde se encuentra el mejor de los cuatro españoles presentes en el torneo, David Borda (-3). Adrián Otaegui (-2), Iván Cantero (-1) y Jorge Campillo (PAR) marchan por tanto muy retrasados. Tampoco se trata de escandalizarse o lamentarse más de la cuenta, mucho menos en el caso de Borda, que al fin y al cabo cerraba una ronda notable con cinco birdies en la talega. Sencillamente, hoy no han estado finos en relación a la media y desde luego, tal y como parecen que van las cosas, han agotado en una sola ronda el margen de error.
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Si se mantienen las condiciones (hay que insistir en ello, claro), todos van a necesitar como mínimo algo así como un 67 en la segunda ronda para irse metiendo en faena, aunque este registro quizá ni le valiese a Campillo para pasar el primer corte. Porque esa es otra: como quiera que el torneo es dual (chicos-chicas) y los partidos de unos y otras van alternos, después de la tercera jornada habrá un segundo corte para los 35 primeros en ambos torneos, de tal modo que el domingo salga a jugar un field masculino y femenino que andará en torno a los setenta u ochenta jugadores y jugadoras.
Quiere decirse por tanto que la Armada ya no se puede dormir. Que mañana quizá haya que llegar a -6 para pasar el primer corte y sólo Dios sabe a donde habrá que llegar el sábado para meterse en la última ronda.
