El Qatar Masters, que se celebra esta semana en el Doha Golf Club, el mismo escenario de siempre, tiene ya algo más de dos décadas de historia. En la primera de ellas (1998-2007) al golf español le costó brillar lo suyo: sólo un quinto puesto de Miguel Ángel Martín en el 2000 y un tercero de José Manuel Lara en 2004; en la segunda, sin embargo, otro gallo ha cantado para la Armada. Desde que Sergio acabara séptimo en 2008 no han pasado dos ediciones seguidas sin que un jugador español haya terminado primero o segundo. Veámoslo:
– Álvaro Quirós ganó en 2009.
– Álvaro Quirós fue segundo en 2010.
– Álvaro Quirós fue de nuevo segundo en 2011.
– Sergio García fue segundo en 2013.
– Sergio ganó en 2014.
– Cabrera Bello fue segundo en 2016.
Desde hace diez años nunca han pasado dos ediciones sin un primer o segundo puesto español en el Qatar Masters
Todo ello, salteado con un buen puñado de buenos resultados, dentro del top-ten, de otros jugadores como el propio Sergio o Rafa Cabrera Bello, Gonzalo Fernández Castaño, Miguel Ángel Jiménez, Alejandro Cañizares y Nacho Elvira, que el año pasado terminaba en sexta posición. Repitamos el dato desde otro ángulo: si desde hace diez años nunca han pasado dos ediciones sin un primer o segundo puesto español y la última vez que ocurrió fue en 2016 con aquel segundo de Rafa… En fin, blanco y en botella: toca una campanada en 2018. Es una lástima que los números y la historia sean tan caprichosos como el golf.
¿Nos animamos de todos modos a creer en el aura de los escenarios, en la magia de los números? La mala noticia, y no es poca cosa, es que este año no están allí Sergio ni Rafa, los dos hombres con más top-ten en esta plaza (suman diez entre los dos). Tampoco están Jiménez, ni Cañizares… O Jorge Campillo, el mejor de los nuestros durante las últimas semanas. Y para rematar, Álvaro Quirós, otrora killer en esta plaza, y Nacho Elvira, el último que asomó la cabeza, no parecen llegar en su mejor momento. Como quiera que los dos están trabajando sin desmayo por recuperar la solidez de su juego, y que el golf siempre guarda un penúltimo requiebro (basta con ver la gran actuación de Chris Wood en Omán después de haber encadenado tres torneos sin pasar el corte), no vamos a perder la esperanza.
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A Quirós, que fue Rey (o Emir) indiscutible en Doha, le falta menos de lo que parece, aunque el de Guadiaro las está pasando canutas viéndose fuera del fin de semana una y otra vez. Tan grandioso fue su despliegue en aquellos años 2009-2011 que llegaron a proponerle la posibilidad de nacionalizarse y jugar bajo bandera catarí (no es broma). Junto a él están Adrián Otaegui, que llega en buen momento, Pablo Larrazábal, que tiene una cuenta pendiente con este campo, donde le ha costado brillar, Gonzalo Fernández Castaño, Carlos Pigem, Scott Fernández, Pep Anglés y Nacho Elvira.
