Inicio Grandes Circuitos DP World Tour Quince hoyos de autoestima en un Walton Heath diabólico

Quince hoyos de autoestima en un Walton Heath diabólico

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Carlos Pigem. © Golffile | Thos Caffrey
Carlos Pigem. © Golffile | Thos Caffrey

Actualización (sábado 10.00 horas)

Este sábado se ha reanudado el juego en el British Masters y se han podido completar las rondas que quedaron ayer pendientes tras la suspensión por falta de luz de la segunda jornada. Carlos Pigem (-1) ha terminado su vuelta con dos bogeys en el 16 y 17 y un birdie en el hoyo 18. Vuelta de PAR de 72 golpes. Se encuentra en la decimosexta posición como el mejor español.

Mientras, Pablo Larrazábal (+3) ha acabado con un bogey más para un total de 77 golpes en su segunda ronda. Pasó el corte justo en el número que hacía falta. Por último, Pedro Oriol, que marchaba con +10 y le quedaban tres hoyos, decidió no acabar la vuelta.

El liderato sigue en poder de Eddie Pepperell (-8), con tres golpes de ventaja sobre Matt Wallace y cuatro sobre Julien Guerrier y Jordan Smith. A cinco están el ganador la semana pasada, Lucas Bjerregaard y Ross Fisher, entre otros.

La tercera jornada se disputará íntegra este sábado. Los jugadores saldrán por dos tees y de tres en tres. Resultados aquí.

Así acabó la jornada del viernes 

Día British. British, British. De Open Championship. Saltó el viento. Viento como sólo salta en las benditas islas británicas y tocó amarrarse los machos en la segunda ronda del British Masters. Walton Heath, ese caramelito al que algunos se atreven a llamar anticuado, sacó toda su esencia. Jornada espectacular de golf. Diabólica.

Tan duro fue el trabajo que ni siquiera hubo tiempo de que todos pudieran acabar la ronda antes de que se marchase la luz. Cada golpe era un desafío extremo. Había que contar, recontar y recontracontar. Compartir sensaciones con el caddie. Un poco de hierba al aire por aquí, mira esa bandera, uno, dos, o tres palos más… O menos. Decisiones. Una ronda asfixiante desde el punto de vista físico y psicológico.

Sólo quince rondas bajo par y, de ellas, acabadas, doce, porque lo peor del viento vino por la tarde. Por eso hay que ponerse de pie y aplaudir a los tres valientes que aún estaban en el campo con el sol ocultándose y su marcador en rojo. Eran Julien Guerrier, Chris Hanson y Carlos Pigem.

El golfista español se ha dado hoy un baño de autoestima. Ante semejante batalla, Pigem ha sacado lo mejor de sí mismo, esa versión que le permitió ganar en el Asian Tour y agarrar la tarjeta del European Tour con pico y pala, semana a semana, demostrando que no había nadie más ni mejor que él. Jugando golpe a golpe y exprimiendo cada instante en el campo.

Está siendo una temporada dura para el español. Ha pasado dos de los últimos veinte cortes en el European Tour y apenas tres en todo 2018. Una losa terrorífica que hoy ha conseguido quitarse de encima. Al menos, un poco. Pigem (-2) se ha metido en el top ten, marcha uno bajo par en el día, aunque todavía debe completar mañana su ronda con los tres hoyos que le restan. Se le abre una bonita oportunidad. Si se ha reencontrado con las musas, y eso parece en un día infernal, habrá que tenerlo en cuenta para el fin de semana. Nadie tiene más ganas que él. Hoy se ha quitado un par de mochilas de encima y está por la labor de seguir aligerando peso en lo que queda de torneo.

Obviamente, queda aún mucho por jugar, pero está claro que Pigem no tira la toalla y está dispuesto a pelear por la tarde del European Tour hasta la última gota de sudor. Eso no lo puede poner nadie en duda.

Pigem es el mejor español, a ocho golpes del líder destacado, Eddie Pepperell (-8). El inglés entregó una excelente tarjeta de 67 golpes, pero no hay que olvidar que jugó por la mañana, cuando las condiciones eran menos malas. Ojo, que nunca fueron buenas y su 67 tiene un meritazo, pero la tarde fue todavía peor.

Pepperell tiene tres golpes de ventaja sobre Matt Wallace, con su vuelta acabada, y Julien Guerrier, al que áun le faltan tres hoyos. Impresionante su parcial de tres bajo par. En estos momentos, sólo quedan veinte jugadores bajo par en el torneo.

Siguiendo con la Armada, sólo Gonzalo Fernández Castaño (PAR) tiene asegurado el corte, ya que Pigem aún debe acabar el sábado por la mañana la vuelta, aunque no debería tener problemas. El madrileño ha vuelto a sacar su mejor versión cuando la carretera se empina. Si toca sufrir, Gonzalo suele estar arriba. Afilando su juego corto y la raza que tiene como jugador.

Pablo Larrazábal (+2) está peleando por meterse en el corte. Lo tiene bien enfilado, pero aún debe rematar la faena. Le quedan cuatro hoyos y ahora mismo el corte provisional está en +3 y podría irse hasta +4, siempre y cuando mañana por la mañana siga soplando el viento de la misma manera. Precisamente, Larrazábal está peleando también para subir en la Race to Dubai. Lo necesita para asegurarse el primer playoff de la fase final del European Tour. En el Turkish Airlines entran oficialmente los 70 primeros de la Race y Pablo de momento ocupa el puesto 71º.

Adrián Otaegui no se clasifica para el WGC HSBC Champions

El resto de españoles se ha quedado fuera del torneo. Nacho Elvira (+5), Álvaro Quirós (+5) y Adrián Otaegui (+7) pudieron acabar sus vueltas, mientras que a Pedro Oriol (+10) le quedan tres hoyos. Hay que destacar que con este resultado, Otaegui se queda fuera matemáticamente del WGC HSBC Champions. Tenía alguna opción de meterse si pasaba el corte y hacía un buen resultado. Ocupa el puesto 31º de la Race to Dubai y necesitaba meterse en el top 30. Al fallar el corte, se queda fuera de la ecuación.

Más allá de los españoles, Justin Rose (+2) supo sufrir con un vuelta de par para asegurar el corte en su torneo. Buen esfuerzo del Número 1 del mundo, demostrando galones.

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