Sólo once jugadores han entregado tarjetas por debajo del par en el turno matutino de la segunda jornada del Trofeo Hassan II. Uno de ellos ha sido Álvaro Quirós (-7), que salía como colíder y se mantiene en lo más alto de la clasificación, de momento en solitario, gracias a una tarjeta de 70 golpes, más que notable dadas las circunstancias. Porque a la ya descrita dificultad del campo y de los greenes se unía hoy un ambiente algo más revuelto por culpa del viento, que llegaba a soplar con fuerza en algunas esquinas del campo.
Quirós firma una nueva tarjeta por debajo del par en condiciones más complicadas de juego, liderato en solitario, una ronda de bien luchada con la friolera de siete birdies
Nueva tarjeta por debajo del par en condiciones más complicadas de juego, liderato en solitario, una ronda de toma y daca bien luchada con la friolera de siete birdies (y cinco bogeys, es cierto), uno más que en la primera ronda… Sin embargo, a Quirós le cuesta ver la parte positiva, que es mucha y suculenta, qué le vamos a hacer. Hoy no se ha sentido igual de suelto y brillante que ayer y esta sensación casi termina pesándole más que cualquiera de las realidades contantes y sonantes antes descritas. Hay quien lo llama autoexigencia (sobre todo él), y seguramente haya mucho de ello, pero esta frustración tiene también mucho que ver con un error garrafal de enfoque. Él mejor que nadie debería entender que lo raro es una vuelta como la del jueves, casi inmaculada y llevada en volandas, que los errores en golf existen y son el pan nuestro de cada día, que siempre cuesta un poquito más saliendo como líder, que el viento, más allá de cuánto y desde donde sople, condiciona el juego desde el primer tee al que uno se sube…
Considera el de Guadiaro que ha jugado algo amarrado, con miedo, pero es difícil explicarlo cuando se cierra una vuelta con siete birdies y ninguno de ellos ha llegado de carambola: jugaba un gran hoyo 10 por donde comenzaba la vuelta, y embocaba un putt de media distancia muy bueno; hoyo 12, par 5, de puro magisterio, pateando para eagle desde unos tres metros; gran tiro en el 14, par 3, para hacer birdie desde metro y medio; maravilloso el disparo en el 17, par 3, y buen putt desde unos tres metros; hoyo 18, par 5, jugado de manual tras fallar ligeramente la salida, embocando el birdie desde un metro; excelente hoyo 1 para hacer un nuevo birdie desde un metro largo; y último birdie en el 7 tras fallar la salida y llevarla a green desde el rough, con un pelín de suerte, que también hay que tenerla, y enchufando un putt de unos tres o cuatro metros… ¿Qué hubo errores? Por supuesto. ¿Qué hubo malos disparos, más que el jueves? De acuerdo. Pero es en lo único que podemos estar de acuerdo…
CRÓNICA | Quirós, líder, casi se había olvidado de la última vez que jugó así
Jorge Campillo (+2), por su parte, comenzaba hoy con cuatro bogeys por sus primeros seis hoyos, pero terminaba con tres birdies por los segundos nueve para asegurar el corte. Brava y meritoria su reacción, porque a pesar de los pesares no está tan lejos de la zona caliente y tiene margen para ganar mucho terreno, ahora que parece irle cogiendo el soniquete a los greenes. También Pedro Oriol (+3) finalizaba con dos birdies por sus últimos tres hoyos para agarrarse al fin de semana, pues su registro va entrando poco a poco en el corte y al final del día lo habrá hecho de manera holgada. Alejandro Cañizares (+7) y Scott Fernández (+10), sin embargo, han formado parte de la legión de jugadores superados por el campo.
