El recorrido del Hong Kong Golf Club, escenario del Honma Hong Kong Open y resultado de la combinación de dos campos, ha vuelto a mostrar su condición de puñetero, dicho en el mejor de los sentidos. Hay que hilar fino en este par 70 para entregar una buena tarjeta, otra prueba más de que no hacen falta monstruos de siete mil metros para llevar al límite a los profesionales.
Aaron Rai (-5), Jason Scrivener (-5) y Yusaku Miyazato (-5), los tres líderes después de la primera jornada, han conseguido ir por el sitio casi siempre y, sobre todo, le han ganado la partida a unos greenes que no te dan ni un respiro y en los que es muy difícil sentirse cómodo y confiado. Hay que entender bien el pelo, no son un prodigio de nobleza y, por tanto, cada putt de un metro se convierte en un pequeño martirio…
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Álvaro Quirós (-2) no tiene en apariencia el perfil del jugador al que le va bien este campo, aunque no es la primera vez que el de Guadiaro firma aquí una vuelta notable. Le entra por el ojo. Hoy comenzaba la ronda por el hoyo 11 y enseguida llegaba un eagle limpio y resplandeciente en el 13 que iba a marcar el día: explosivo drive de unas 350 yardas al centro de la calle (con el viento a favor, eso sí), hierro 8 a green, para después embocar un delicado putt cuesta abajo de unos cinco metros.
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El andaluz, que terminaba la jornada dentro del top ten y a sólo tres golpes de la cabeza, ha tomado la iniciativa de una Armada española de la que siempre se esperan grandes cosas en Hong Kong y que hoy, sin embargo, por momentos se movía en la zozobra, sobre todo en lo que respecta a sus principales nombres. También han respondido más que adecuadamente Alejandro Cañizares (-1) y Scott Fernández (-1), pues todo lo que sea ganar al campo, es buena cosa.
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Sergio García (PAR), Miguel Ángel Jiménez (+2) y Rafa Cabrera Bello (+2) venían los tres con un parcial de tres sobre el par a falta del último tercio de la vuelta. Aquello pintaba realmente mal, aunque sus respectivos finales de vuelta todavía dejan un resquicio a la esperanza. Especialmente el de Sergio.
El de Borriol, impaciente y algo frustrado en la clásica vuelta donde se va pagando peaje en cada error y no se encuentra la manera de hacer siquiera un birdie a pesar de haber cogido muchos greenes en regulación, terminaba con cuatro birdies por los últimos seis hoyos, jugándose el tipo con el driver en algunos tees donde la hoja de ruta no aconseja sacarlo (hoyo 15, por ejemplo, donde después iba a enchufar un buen purito). Sea como sea, nunca terminó de bajar los brazos, frunció el ceño y la apuesta le salía bien, aunando la agresividad, el talento y el azar para dejarse un birdie dado en el 17: pegaba desde el rough un tirazo y la bola daba en el mástil de la bandera y se quedaba pegada al hoyo.
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Miguel y Rafa, al menos, frenaban la sangría en el mismo tramo final de ronda y hasta apuntaban levemente una remontada. Teniendo en cuenta lo apretado que está todo, todavía tienen margen de retorno. Y lo mismo debe señalarse de Nacho Elvira (+2), Carlos Pigem (+3) y Gonzalo Fernández Castaño (+3). A todos ellos debería valerle incluso una vuelta de PAR el viernes para meterse en el fin de semana.
Este debe ser también el primer gran objetivo de Adri Arnaus (+1) que ha cumplido sobradamente en su estreno, con una vuelta muy controlada y muy bien trabajada. Todo lo que sea jugar cuatro vueltas en esta primera cita del calendario del circuito europeo será magnífico para el joven catalán, aunque tampoco hay que ponerle puertas al campo y de él se puede esperar también una decidida remontada hacia la zona caliente de la tabla.
