Se llevan algo más de nueve años, pero entre Rory McIlroy y Sergio García siempre hubo una excelente y temprana conexión, casi desde que el norirlandés irrumpiera en la élite del golf profesional. Lucharon a brazo partido por el British de 2014 en Royal Liverpool y unas semanas más tarde por el WGC Bridgestone en Akron y en ambas ocasiones se llevó Rory el gato al agua, pero Paul McGinley lo tenía muy claro y los puso juntos en la Ryder de Gleneagles, apenas un mes después. Así lo hacen los buenos deportistas y, sobre todo, los buenos amigos: a brazo partido o codo con codo, lo que toque. Hace unos meses, cuando el español consiguió al fin su primer Grande, McIlroy no tuvo pudor en reconocer que había llorado viéndolo ganar en Augusta…
CRÓNICA | Sergio, sólo por pedir algo…
Hoy, en una jornada inmejorable de golf, iban hablando entre birdie y birdie (doce han sumado entre los dos en el Emirates). De todo un poco, confiesa Sergio. La familia, el momento deportivo y personal de cada uno, las respectivas mujeres (ninguno de los dos lleva siquiera un año de casado)…Y sí, también de la Ryder Cup. Quedan ocho meses y tres días para que comience la acción en el Golf National francés, pero ambos tienen ya en la cabeza el gran duelo contra el formidable equipo estadounidense. Por algo será.
Rory ensaya una arenga para la Ryder (y estamos en enero)
Y aunque no podemos confirmarlo, tampoco hay que descartar que Henrik Stenson haya apostillado alguna cuestión al respecto con esa flema británico-escandinava tan suya. Los tres serán pilares fundamentales del equipo del Viejo Continente y no está de más repasar quién está dentro del equipo, quién viene fuerte, quién tiene que espabilar, o sencillamente ir visualizando según qué cosas… Aunque queden ocho meses y tres días.
