Scott Fernández finaliza los 18 hoyos de práctica en el Dom Pedro Victoria Golf Course, donde el jueves comienza el Portugal Masters, y llama al que fuera su coach en la universidad de Iowa, Andrew Tank. El español es un ‘ciclón’ más, como Celia Barquín (así se conoce a los deportistas de los diferentes equipos de aquella universidad), y está especialmente afectado por el terrible suceso acaecido en el Coldwater course de Ames, Iowa. Scott le dice a Tank que ojalá estuviera él allí en estos duros momentos, aunque también podrá ayudar en la distancia. El coach le ha puesto una tarea: “tienes que estar pendiente de Jorge y apoyarlo”. Se refiere a Jorge Utrilla, amigo de Celia y compañero en la misma universidad.
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El granadino anda muy tocado. No sabe qué pensar, casi no sabe qué decir. No entiende nada, igual que le pasa a todo el mundo. De alguna manera él le cedió el testigo a Celia en la universidad de Iowa; uno andaba ya terminando sus estudios y otra estaba recién aterrizada y coincidieron un año en el equipo.
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No lo va a tener sencillo en Portugal, y eso que él anda también jugándose la continuidad en el circuito europeo, pero le cruza por los ojos un rayo de energía cuando el director del torneo, José María Zamora, le dice que salga a jugar y a darlo todo en memoria de Celia Barquín.
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“Me gustaría estar allí con el equipo de la universidad, porque no quiero ni imaginar lo duro que debe estar siendo. Se me ha acelerado el corazón cuando me he enterado de la noticia”, balbucea el joven andaluz. Toca apretar los dientes. Aquí tienen sus reacciones completas…
