Sergio García (-9) mantiene el liderato en el Nedbank Golf Challenge después de la segunda jornada, aunque ahora su renta, tras firmar un 71, es de un solo golpe con Louis Oosthuizen (-8, hoy ronda de 67) y de tres con Mikko Korhonen (-6). El panorama se ha apretado, pero no se puede hacer una lectura negativa de la situación del español, que al fin y al cabo ha vuelto a jugar por debajo del par, sigue en lo más alto y en realidad ha tenido el ‘tempo’ de la vuelta bajo control casi en todo momento.
Por los primeros nueve hoyos del Gary Player Country Club, de hecho, se ha visto a un Sergio muy similar al del jueves, que cruzaba el meridiano de la ronda con un potente parcial de tres menos y con un solo borrón en la tarjeta, que había llegado tras errar un putt de unos sesenta centímetros en el hoyo 5. Un pequeño accidente que ni siquiera producía daño, frustración o inquietud (respondía con birdie inmediato en el hoyo 6).
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Por la segunda mitad del recorrido, es cierto, llegaban los primeros errores, pero más de cálculo que otra cosa, por ejemplo a la hora de leer un viento que, si bien no está soplando muy fuerte, sí que es traicionero y revoltoso (la salida en el 10, o las de los dos pares 3, hoyos 12 y 16, o el segundo tiro en el 17…). Pero hay que reconocer que no se ha visto al de Borriol incómodo con el swing ni en apuros verdaderamente delicados. Otro putt corto errado en el 18, para cerrar con un bogey imprevisto, remataba una ronda desde luego más áspera que la primera (tampoco ha enchufado tanto en los greenes, dicho sea de paso), pero en ningún caso floja o preocupante.
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Digamos que Sergio ha bajado a la tierra, pero que sigue muy metido en su estrategia, en el plan, cauto pero pleno de determinación, zafándose por el momento de los grandes números, esos que pueden darse perfectamente en este campo y que hoy sin ir más lejos le han costado sendos quíntuples bogeys a Ross Fisher y Charl Schwartzel y un triple a Jorge Campillo (+5), todos en el hoyo 15. El caso del inglés, Fisher, ha sido el más sangrante, pues en aquel momento venía como un rayo, partiendo el campo en dos, y había escalado hasta la segunda posición, echándole a Sergio el aliento en el cogote, pero iba a acabar con un parcial de ocho arriba en los últimos cuatro hoyos del recorrido que descuajeringaban su ronda y veremos a ver si también su torneo.
Sergio los vuelve a matar suavemente con su canción
Con Oosthuizen ahí arriba le ha salido al castellonense un rival muy duro. El sudafricano va apurando un poco más que Sergio desde el tee (también con los segundos tiros) y lo normal es que siga apretando, pero mucho tienen que cambiar las cosas para que el español modifique su línea de actuación… En este pulso puede estar una de las claves del torneo. No obstante, conviene no adelantar acontecimientos, porque en este campo, con 36 hoyos por delante, pueden darse todavía vuelcos muy importantes en la tabla.
A esta idea pueden y deben agarrarse Campillo, Otaegui (+2) o Elvira (+3). Queda mucho por escribir esta semana en Sudáfrica. Pablo Larrazábal (PAR), por su parte, ha dado el primer y decidido paso adelante con una ronda de 70 golpes que le ha aupado una docena de posiciones en la clasificación. El barcelonés, por tanto, se ha asegurado la opción de luchar con garantías durante el fin de semana por meterse en el top 60 de la Race y acceder a la Final de Dubai por octavo año consecutivo. Aunque las cuentas son farragosas, pues hay muchos jugadores en esa pelea, es razonable pensar que un 15º puesto podría valerle (esta plaza en solitario da 105.000 puntos y él se encuentra a 66.000 del puesto 60º en el ranking), objetivo que ahora mismo tiene a dos golpes…
