1. Hay que incidir en el éxito de público del Madrid Masters, superando incluso los 50.000 aficionados a lo largo y ancho de la semana, según la organización…
2. Sobre todo hay que incidir en lo que ocurrió el jueves. Porque ese día, primero del torneo, entraron más de 11.000 aficionados en el Centro Nacional de Golf. Era una ‘declaración de intenciones’ antes de que nadie supiera, por ejemplo, que Sergio García iba a dispararse de inicio. Son cifras con un peso indudable a la hora de sentarse con instituciones y patrocinadores en siguientes ediciones.
3. Vayamos con el campo. La uniformidad del rough, sobre todo en las calles, se antoja imprescindible. Este año no pudo conseguirse sencillamente porque fue imposible (sólo dos meses para preparar el campo y un verano dos veces lacerante). El Centro Nacional ofrece ventajas más que interesantes para el aficionado: situación y comunicación, espectáculo de birdies casi asegurado y una disposición orográfica ‘a favor’ del espectador, que encuentra innumerables y magníficas situaciones para seguir el juego.
4. ¿Hay campos mejores? Sí. ¿Y más hechos? Sí. ¿Y más bonitos, más amplios, menos encajonadas algunas de sus calles? Seguro que sí. ¿Le gusta el Centro Nacional a los profesionales? Aquí, desde luego y por lo que hemos cotejado, no hay unanimidad. Ninguno te va a decir que es un campazo, pero tampoco hay que engañarse ni escandalizarse: a Luke Donald, por ejemplo, seguro que le gustó mucho más el fin de semana, donde disparó su registro, que el jueves y el viernes, cuando lo pasó un poco peor… Como la vida misma.
Los pares 3 son notables. Buenos. El final de recorrido también parece de alto nivel (un acierto el ‘trasvase’ para la competición del 18 y el 16). Vamos a quedarnos con esto también.
5. El tiempo del que se dispone es la clave para la presentación de un campo, mucho más en una finca como la del Centro Nacional, que es la que es. Un campo de golf es algo así como un gigantesco ser vivo al que hay que ir domando para prepararlo en las condiciones que demanda un evento de campanillas. Hacen falta meses para dejarlo como un ‘pincel’. Y aún así, dos tormentas ‘mal paridas’ te lo despeinan en un santiamén. Bastante se ha hecho en dos meses. Tiempo que es necesario también para los remates estéticos.
6. Gonzalo Fernández Castaño se ha borrado del Portugal Masters. Andaba contento y satisfecho al salir el domingo del Centro Nacional. No tanto por su juego (está desesperado con el putter…), como por el éxito del torneo. Pero vacío. La exigencia y el estrés del anfitrión son palpables.
7. Por cierto, el propio Gonzalo cree en la rotación de campos para el Madrid Masters. Uno de los dos recorridos de 18 hoyos que la Comunidad de Madrid está haciendo en Alcalá puede ser la sede para 2011. ¿Y en 2010? Nosotros creemos que se quedará en el Centro Nacional.
