Jordan Spieth acaba de cumplir 24 años y lo ha hecho unos días después de ganar su tercer Grande, el Open Championship en Royal Birkdale. Jordan Smith ya los tenía cumplidos desde hace unos cuantos meses (soplará 25 velas en noviembre) ahora que acaba de ganar su primer torneo del circuito europeo, el Porsche European Open que se ha apuntado hoy tras batir a Alexander Levy en el segundo hoyo de desempate.
De momento no son trayectorias comparables, tan pesados como nos ponemos con los plazos y los récords, y lo más probable es que nunca lo sean, teniendo en cuenta la talla de jugador que gasta el texano. Pero su tocayo inglés también apunta alto. Smith sigue quemando etapas a ritmo de vértigo, sin saltarse escalones de cinco en cinco, como hiciera Spieth en su día, pero en cualquier caso a una velocidad de crucero sobresaliente: en 2015 ganó el ranking del EuroPro Tour, en 2016 ganó la Road to Oman del Challenge Tour, y en 2017 de momento ya ha ganado y se va a situar en una interesante 18ª posición en la Race to Dubai. Veremos hasta dónde llega…
Jordan Smith ha ganado en último término a un gran jugador como es Levy, y además ha tenido esa dosis de suerte siempre necesaria, pues el francés erraba un putt de medio metro en el desempate que pudo cambiar la historia del torneo. Pero antes supo manejarse en una jornada muy compleja, con muchos altibajos, muy ventosa e incierta, superando un evidente bajón de juego a mitad de ronda y sorteando todas las amenazas y ataques de un grupo muy nutrido de candidatos al triunfo, porque cuando él llegó al último tercio de la vuelta en el Green Eagles Golf aún se contaban hasta diez jugadores con posibilidades reales de llevarse el gato al agua. Hay un detalle que lo define: cuando tuvo que jugársela en los hoyos finales y en los de desempate, lo hizo con determinación. Ahí hay madera maciza y noble.
Adrián Otaegui (-10) finalizaba en una buena quinta posición, pero en realidad en el tee del hoyo 16 todavía aspiraba al triunfo y, desde luego, a un puesto aún más brillante. Un bogey final en el 18, cuando todavía buscaba un birdie en este par 5 que le concediera alguna esperanza de llegar a un desempate, afeaba ingratamente su jornada.
Anduvo rondando el liderato durante buena parte del día, aunque sin llegar nunca a igualar con los líderes, es cierto. Cuando parecía que iba hacerlo se cruzaba un putt corto errado en su camino (hoyos 10 y 11), aunque también es de justicia señalar que embocaba después buenos putts para salvar situaciones delicadas (hoyos 12 y 14, por ejemplo). Adrián ha vuelto a estar ahí, ha apurado todas las opciones, ha sido arrojado y valiente cuando tocaba (gran disparo el suyo en el par 3 del 17, donde sacaba un birdie de gran valor) y se ha vuelto a quedar con la miel en los labios por cuestión de detalles. Así, paso a paso y detalle a detalle, ha ido ganando terreno y posiciones en golf profesional. Y así, cuadrando algún detalle más, acabará por salirse con la suya. No hay prisa.
