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Un ajuste en cinco hoyos

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Álvaro Quirós ha llegado al Real Club de Golf de Sevilla con trabajo por delante. Sus sensaciones finales en el Masters de Augusta no fueron del todo positivas. Algo andaba desajustado en su juego. No se encontraba a gusto con su swing…

Sus primeras bolas en la cancha de prácticas hoy martes tampoco iban por donde quería el de Guadiaro. Antes de bloquearse con cubos y cubos decidió salir al campo a jugar 18 hoyos bajo la atenta mirada de Pepín Rivero, su entrenador-consejero-psicológo…

Cinco hoyos ha tardado en ajustar el movimiento, siempre mediante un extraordinario y riquísimo diálogo jugador-entrenador. Sin presiones. La tranquilidad que emana Rivero conforma un equilibrio perfecto con el arrebatador juego de Álvaro. Las piezas van encajando de manera natural…

En el hoyo 1 pega su primer drive y no coge la calle, un problema más que serio en este Real de Sevilla. De hecho, Álvaro pegó un wedge a 110 metros desde el rough y apenas pudo llegar a un búnker corto de green. En el hoyo 2 necesita tres drives y tampoco la bola viaja por donde desea. En el 4 ya va mejorando el asunto. Su primer drive sale largo, cerrando, pero no alcanza calle por muy poco. El segundo, el sexto del día, es perfecto. Qué maravilla ver a Quirós pegar un drive en el sitio.

En el tee del 5 aún anda ajustando, pero las sensaciones han cambiado. Álvaro ya se encuentra a gusto, se acerca mucho a cómo quiere tocar la bola. No vamos a aburrirles con detalles técnicos, a veces insondables para el común de los amateurs, pero el quid de la cuestión estaba en cómo abrir la bola desde el tee llevando la sensación del golpe a los hombros en lugar de a las manos. ¿Ustedes entienden algo? Nosotros tampoco…

Camino del green y tras pegar dos hierros 5 al draw a 190 metros el movimiento ya es el correcto. Ahora sólo falta machacarlo, practicarlo. Quedan muchos hoyos por delante (hoy va a jugar 18)… y por la tarde a la cancha de prácticas. Y todo con la misma tranquilidad que cuando la pieza no encajaba. Perfecto.

Aún así nos cuesta darle como favorito en este torneo y en este campo, pero Álvaro se juega mucho como para obviar sus posibilidades. Por ejemplo, seguir subiendo en el ránking mundial y seguir acercándose a la Ryder Cup bajo la atenta mirada de Colin Montgomerie, que esta tarde estará ya en el Real.