Ni se llama William, ni es escocés, pero el inglés Matt Wallace (-10) los tiene igual de bien puestos que el soldado que lideró a su país en la primera guerra de la independencia de Escocia y que inmortalizaría para siempre Mel Gibson en la extraordinaria película ‘Braveheart’.
Wallace ha ganado el BMW International Open en un domingo marcado por el tsumani que provocó Thorbjorn Olesen (-9) al entregar, media hora antes de que saliera a jugar el partido estelar, un estraosférico 61 que ponía el liderato en -9. Fue curioso ver cómo el danés recibía la felicitación de los jugadores que apuraban el calentamiento en la calle de prácticas y a los que había metido en un lío de padre y muy señor mío.
Después de Olesen salieron a jugar 50 jugadores y sólo uno, Matt Wallace, fue capaz de batir el majestuoso resultado que había colocado en la casa club. Fue una interminable carrera de persecución que acabó cuando el inglés entregó una sensacional tarjeta de 65 golpes, con siete birdies, ningún bogey y una secuencia espléndida de 31 golpes en los nueve segundos.
Otaegui, el día que vivimos peligrosamente
La última ronda, al margen de Wallace, fue una desesperada carrera de muchos jugadores que terminaba con todos agotados y derrotados en la orilla. Martin Kaymer (-9) se dejó el alma para dar caza primero a Olesen y después a Wallace. El alemán hizo de tripas y corazón y, aunque el juego no estuvo al altura, sobre todo desde el tee, se las arregló para darse una mínima opción. Un approach horroroso en el hoyo 17 lo eliminó de la ecuación. El birdie final en el 18 sólo sirvió para acabar con un buen sabor de boca y garantizar la segunda plaza.
Campillo ya está en el British y Otaegui lo tiene a tiro
El único que realmente tuvo putt al menos para forzar el desempate fue Mikko Korhonen (-9). El finlandés apareció de la nada con tres birdies consecutivos (15, 16 y 17) y tuvo aún una oportunidad en el 18 para ser el segundo en llegar al doble dígito y empatar con Wallace. Pero no entró. Tampoco estuvo lejos Lucas Bjerregaard (-8), aunque le faltó un cambio de marcha final, ni Aaron Rai (-8), aunque despertó demasiado tarde y los 18 hoyos se le quedaron cortos.
El 61 de Olesen pesó como una losa en la última jornada del BMW International Open. Por este motivo, hay que darle todo el crédito a Matt Wallace, un jugador que tiene gen ganador, un auténtico ‘killer’. Suma ya tres victorias en el European Tour, la segunda esta temporada, y son ya nueve como profesional, si le unimos las seis que logró en el Alps en 2016.
Wallace se mete en el British y deja fuera a Otaegui
El triunfo llega además con un pan bajo el brazo, mal que nos pese a los españoles. Wallace era uno de los que podía desbancar a Adrián Otaegui del top 20 de la Race to Dubai… Y así ha sido. Necesitaba acabar tercero en solitario como mínimo, por lo que el puesto en Carnoustie es suyo. Adrián se ha quedado a menos de 10.000 euros de asegurar ya su clasificación para el Open. Una pena. Ahora, no obstante, habrá nuevas oportunidades mediante los torneos Rolex Series del Circuito Europeo (Francia, Irlanda y Escocia reparten plazas) o por las previas locales. Wallace se une a Alexander Bjork y Jorge Campillo como los que se clasifican por el criterio de los cinco mejores de la Race to Dubai dentro del top 20 tras el BMW International Open.
Tarrío arrasa en La Mirabelle y se pone líder en el Alps Tour
En cuanto a los españoles, hay que destacar el top ten de Nacho Elvira (-7), tras acabar con un magnífico 65 en el Golf Gut Lärchenhof. Es su primer top ten desde el Open de España. Buen final también para Sergio García (-5). Hizo 68 golpes para acabar duodécimo. Es su mejor resultado desde el Valspar de marzo (4º) y la primera vez también desde entonces que encadena tres vueltas bajo par. Hay síntomas positivos, luz al final del túnel. Mientras, Gonzalo Fernández Castaño y Jorge Campillo acabaron con -1 y Adrián Otaegui finalizó con +3.
