Luna Sobrón no podía saber hoy cuando llegó al Saadiyat Beach Golf Club de Abu Dhabi que firmaría una tarjeta de 62 golpes y establecería un nuevo récord del campo sobre el diseño de Gary Player. Lo que sí tenía claro, no obstante, la golfista española es que no iba a tener la misma actitud que mostró el miércoles en la primera jornada. Ni de broma.
La génesis del vueltón de hoy de la golfista balear hay que buscarla ayer al acabar la primera vuelta. “No tuve una de mis mejores actitudes en el campo”, se sincera Luna a Tengolf. Y añade: “hoy salí pensando en jugar tranquila, manteniendo siempre la calma, yendo golpe a golpe y aceptando los fallos”, explica. Es la conclusión a la que llegó tras expulsar ayer a la bestia con una buena sesión física. Tomó medidas. “Nada más acabar la primera ronda (73 golpes) me fui con Jesús (Mozo, su caddie) a dar bolas para recuperar sensaciones para el día de hoy y después, al llegar al hotel me fui directa a correr al gimnasio y soltar así toda la ‘mala leche’ que llevaba encima”. Un día de furia que ha sido mano de santo. Como la película de Michael Douglas. “Hoy el juego ha estado muchísimo mejor”, concluye con su eterna sonrisa.
La tarjeta de 62 golpes es la mejor en la carrera de Luna en el Ladies European Tour. Es, por tanto, una jornada para el recuerdo, y eso que no ha sido el día en el que más cómoda se ha sentido en el campo. El golf también es así. “Esta mañana no me planteaba hacer un -10, sólo buscaba jugar como yo sé. Sinceramente, por el resultado sí tengo que decir que es uno de los mejores días de mi vida, sin embargo en otras ocasiones me he sentido mejor que hoy en el campo. Eso sí, he disfrutado muchísimo y he conseguido mantener la calma durante toda la vuelta”, afirma.
Para entregar una tarjeta de 62 golpes todas las parcelas del juego deben estar engrasadas, aunque si hubiera que destacar algo hoy, Luna tiene claro que es el putt. “He estado continuamente tirando para birdie y el bogey vino por un tripateo… En general, el putt es el que me ha dado este resultado, y algunos ‘pinchos’ que he pegado. No tenía ni idea del resultado que iba a hacer, pero sí tenía claro que mi objetivo era conseguir una gran vuelta y meterme de nuevo en la pelea por el torneo”, aclara.
Una vez ahuyentada la bestia con la doble sesión de trabajo y gimnasio de la tarde de ayer, las sensaciones previas a la vuelta eran muy buenas. Además, con Jesús en la bolsa se encuentra muy cómoda. “Tenía muchas ganas de jugar hoy. Jesús está siendo de gran ayuda para mí, me da confianza a la hora de plantear un golpe y lo noto, tanto la semana pasada en la Escuela del LPGA como en ésta. También estará conmigo en las dos próximas que me quedan antes de acabar el año”, señala.
