Nuria Iturrios (-5) salía hoy a jugar la tercera ronda del Pacific Bay Resort Australian Ladies Classic Bonville como líder indiscutible, con cuatro golpes de ventaja y sin haber hecho un solo bogey en 36 hoyos… Pero en el hoyo 1 se iba al agua, firmaba un doble bogey y, de alguna manera, todo volvía a empezar.
Nuria saca del bául el traje de ‘superwoman’
No es sencillo recomponerse en semejante situación. Al final del día la española iba a entregar un resultado de 75 golpes y a perder el liderato a manos de la sueca Madelene Sagstrom (-6), pero al menos se mantenía dentro de la pelea por el triunfo después del accidentado y paralizante arranque.
Las condiciones de juego han sido ligeramente mejores que el día anterior, pero el golf no es aritmética y, por otro lado, Iturrios nunca ha sido el paradigma de la regularidad. El día que lo sea pueden irle haciendo un hueco en el top 50 del mundo. Tampoco es sencillo digerir el subidón del día anterior y asumir que antes o después habrá que volver a tocar tierra.
La lectura inteligente que debe hacer la joven balear es la de considerar que ha sido capaz de mantenerse a flote y, acto seguido, pasar página, mirar al frente y reconocer que, con toda seguridad, habría firmado hace tres días llegar al domingo en segunda posición, a un golpe de la cabeza y con todo por decidir.
Por desgracia, la jornada ha sido de vacas flacas para todas las españolas en el Bonville Golf Resort. Silvia Bañón (+2) llegaba bien metida en la lucha hasta el tee del hoyo 13, pero dos dobles bogeys casi seguidos iban a alejarla de las mejores. Tampoco las demás han podido con el recorrido de Nueva Gales del Sur: Marta Sanz (+7), Noemí Jiménez (+12), Elia Folch (+12) y Mireia Prat (+12).
