Hay dos momentos claves este domingo que han marcado la última ronda del Andalucía Costa del Sol Open de España. Una victoria tan imperial como la de Azahara Muñoz hoy en Guadalmina no se puede reducir a sólo dos golpes, pero sí hay dos instantes que han marcado de manera muy decisiva el desenlace final del torneo. Y los dos, hablamos de dos golpes, no se han podido ver por televisión porque aún no había empezado la emisión en directo…
El primer golpe corre a cargo de Azahara. La golfista malagueña ha fallado la salida en el hoyo 3, un largo y estrecho par 3 en el que está prohibido fallar por la izquierda. Hoy, además, la bandera estaba en esa parte de green, invitando al riesgo. Si se quería birdie, había que jugarse el bigote.
Azahara pega un mal golpe, la bola sale por la izquierda, peligrosa, bota haciendo equilibrio al borde del fuera de límites y entre la inercia y el mal bote se consuma la tragedia. La bola es engullida por unos arbustos que delimitan el fuera de límites por la izquierda. Tiene que pegar provisional, aunque ya intuye que esa bola no la va a encontrar…
La segunda bola de Azahara es extraordinaria. El golpe del día. El golpe del torneo. La bola sale también por la izquierda, arriesgando, pero recta como una vela en dirección a la bandera. Es el mejor golpe del día en este hoyo. La deja a dos metros para bogey y mete el putt. Lo que podría haber sido un drama, sirvió para fortalecer aún más a Azahara.
Después de la vuelta, la campeona admitió que durante el primer golpe le afectó el ladrido de un perro de una casa cercana. “Me asusté y la mandé directamente a la izquierda. No me gusta poner excusas, pero fue así. El segundo golpe me ayudó muchísimo a tener aún más confianza”, explicó. Su entrenador, Marcelo Prieto, ni pestañea: “ha sido el golpe del torneo”.
El otro momento clave llegó apenas cinco minutos después. Carlota Ciganda manda su bola de salida en el hoyo 4 al búnker de calle, y desde ahí pega un ‘socket’. “Es algo que me pasa de vez en cuando y que me afecta mucho. He intentado dejarlo atrás y ya está, pero lo cierto es que me ha costado meterme en la vuelta. He tardado en coger de nuevo el ritmo y han pasado los nueve primeros hoyos sin birdies. No las he dejado muy cerca y, encima, no me ha ayudado ningún putt lejano…”, señalaba.
