– Anna Nordqvist (-5) ha hecho valer su condición de top ten mundial (10ª) en la primera jornada del Estrella Damm Mediterranean. De entrada, líder. Una hora después de firmar su tarjeta ya estaba subida en la elíptica, en el gimnasio del Terramar Golf Club, escenario del torneo. Pero no hay que confundirse con esta buena moza escandinava de 29 años: no es una loca del trabajo, ni en el mejor ni en el peor de los sentidos. Dicho de otro modo: no sufre el síndrome coreano, aunque también se lo curre mucho. Sencillamente, tiene un programa de trabajo y lo cumple con rigor. Ahí es donde ella marca la diferencia cada día del año.
Nordqvist, cuyo entrenador sigue siendo el español Jorge Parada, destaca por tanto más en la calidad de sus sesiones de entrenamiento, que en la cantidad.
Cualquiera de sus compañeras y rivales destacan otras dos características de la sueca. Lo primero: cree ciegamente en lo que hace, en su método. Por eso, cuando falla un golpe en el campo, no le cuesta apenas enfocar la situación como un mero accidente y pasa página enseguida. Lo segundo: no da un golpe por perdido, lucha toda la vuelta con la misma intensidad hasta el último putt. Nordqvist es muy reconocida por su toque y puntería con el putter, pero las profesionales valoran aun más lo recta que es capaz de ir con cualquier palo de la bolsa. En eso recuerda mucho a su compatriota, Henrik Stenson, aunque el ganador del British es además un gran pegador y Anna no puede ser considerada como una bombardera, por mucho que su aspecto físico nos lleve a pensarlo (mide 1,83 y tiene una señora percha).
– Azahara Muñoz (-2) ha comenzado de manera notable el Estrella Damm. Se la veía muy satisfecha al acabar la vuelta. Lógico: había cazado 17 greenes en regulación. Pudo haber metido algún putt más de birdie, la verdad, pero también embocaba otros de media distancia que equilibraban la balanza. Transmite una clara sensación de que va a dar mucha guerra. Le vendría muy bien para ganar terreno en la carrera por la Solheim.
– Carlota Ciganda (+1) no ha terminado de despegar en la primera vuelta, aunque al menos terminaba por el hoyo 9 con un balsámico birdie, de los que quitan penas. La gran diferencia entre el registro de la navarra y, por ejemplo, el de Nordqvist, que iba jugando junto a ella, lo ha marcado en realidad el putter. Carlota erraba hasta cuatro putts de entre uno y dos metros de distancia, encadenando dos greenes (hoyos 18 y 1) a tres putts.
– A lo largo y ancho de una jornada de golf se reparten dramas y tragedias que normalmente pasan desapercibidas. O quizá no… Daniel Rius, tuitero mayor del ‘reino del golf’, ha sido testigo directo de una terrorífica. La finlandesa Sanna Nuutinen, que está jugando su segundo torneo en el Ladies European Tour, perdía una bola en un árbol en el hoyo 9, por donde finalizaba la ronda. Y ahí estaba, sola, sin caddie, vareando las ramas con un rastrillo mientras comenzaban a correr lágrimas por sus mejillas… Lo cierto es que traía en ese momento un acumulado de +6, así que el descalabro ya estaba hecho, y apenas hubiera perdido veinte metros de distancia declarando la bola pérdida (es que no se veía ninguna entre el follaje). Terminaba salvando un buen triple bogey para firmar un 80. El golf profesional puede ser muy duro.
