El US Open tendrá un desenlace dramático. Casi cruel…
La última jornada del major norteamericano por excelencia tuvo que ser suspendida por falta de luz tras un parón de más de dos horas y media y no se conocerá el nombre de la ganadora hasta hoy. Una larga y tensa noche de espera que se resolverá en menos de una hora, el tiempo que falta para que las 30 jugadoras que aún estaban ayer en el campo rematen su vuelta.
Habría que estar en la piel de Hee Kyung Seo para saber todo lo que ha pasado por su cabeza esta noche. La joven coreana de 25 años se marchó a la cama como líder del US Open tras jugar los 36 hoyos de la tercera y cuarta ronda. Sin embargo, tendrá que esperar para saber si el título acaba en su bolsillo. Ella sí acabó su ronda y dejó el liderato en -3, pero hay tres jugadoras que hoy podrían aguarle la fiesta.
Su principal enemiga es su compatriota So Yeon Ryu. Se encuentra con -2 con tres hoyos por jugar. Cristie Kerr (-1) aún tiene dos hoyos por delante y ayer aseguraba poco antes de salir del campo que son dos banderas de birdie. Por último, Angela Stanford (par) aún debe afrontar cuatro hoyos. Situación tensa como pocas. Es el perfecto guión de una película de suspense.
Hee Kyung Seo, conocida en Corea del Sur como la top model del fairway, busca el primer major de su carrera. Está en su año de rookie. Consiguió la tarjeta americana al imponerse el año pasado en el Kia Classic. Empezó con el golf después de que una serie de infecciones le obligaran a dejar la natación, una disciplina en la que iba para figura mundial. Debuta en el Circuito coreano en 2006, pero no da un verdadero salto de calidad hasta 2008. Aprovecha las vacaciones para entrenar y aprender al lado de Jiyai Shin, ex Número 1 del mundo y referencia del golf coreano tras Se Ri Pak. Su mejora, sobre todo en la parte mental del juego, es impresionante. Curiosamente, en este US Open ha jugado las dos últimas vuelta con Jiyai Shin y con la española Azahara Muñoz.
Ese entrenamiento con Shin es un punto de inflexión en su carrera. Empieza a ganar torneos en su país (11 victorias) y se prepara para el desembarco en Estados Unidos. El año pasado ya lanzó un primer aviso al acabar en quinta posición el British Open. “Ya sólo me queda rezar y esperar”, aseguraba ayer poco antes de someterse una noche no apta para cardíacos.
Las españolas si pudieron acabar su vuelta. Beatriz Recari (+9) remató el torneo con dos buenas tarjetas de 72 y 73 golpes y podría acabar entre las 30 primeras en función de cómo acaben algunas jugadoras que tiene cerca en la clasificación. En todo caso, será el mejor resultado de su carrera en un major. Un paso más para la jugadora navarra.
Azahara Muñoz (+13) también remató el torneo con una buena vuelta de 73 golpes, donde se despachó con cinco birdies. Los problemas para la malagueña llegaron en la tercera ronda, donde prácticamente todo le salió al revés y acabó haciendo 79 golpes. Asistió en primera persona, eso sí, a la actuación de la que puede ser nueva campeona del US Open. Poco consuelo para la andaluza. Sea como fuere, es un corte más en un major. Suma ocho fines de semana en nueve grandes disputados.
