Lee Anne Pace se retiró del CP Women’s Open de Canadá este jueves durante la primera ronda. La jugadora sudafricana jugó 14 hoyos y justo antes de pegar desde el tee del 15 anunció a sus compañeras de partido que no podía seguir. Molestias en la espalda y en la cadera le impedían hacer el swing con normalidad. En ese instante marchaba con nueve sobre par en el día.
Hasta aquí la historia no tiene nada de extraño o polémico. Las retiradas están a la orden del día en los torneos de golf y mucho más a la altura de temporada que estamos. Sin embargo, en el caso de Pace había un dato que, cuando menos, chirriaba. Abandonó el torneo justo después de hacer un ‘9’, cuádruple bogey, en el hoyo 14. Precisamente, este hoyo es el designado esta semana para el Aon Risk Reward Challenge, una iniciativa puesta en marcha este año por primera vez en el LPGA Tour y que premiará con un millón de dólares a la ganadora al final de la temporada.
Vueltón de Carlota para meterse en el top ten en Canadá
El Aon Risk Reward es un premio extra del Circuito Americano que consiste en lo siguiente. En cada torneo se elige un hoyo que por sus cualidades sea de riesgo/recompensa. Cuentan los dos mejores resultados en ese hoyo de cada jugadora esa semana y la mejor de la clasificación al final de la temporada se lleva el millón de dólares. Hay que jugar un mínimo de 40 rondas y cuentan las 35 mejores.
Pues bien, Lee Anne Pace lidera la clasificación del Aon Risk Reward con una media de 0,818 por debajo del par. En segunda posición está Hyo Joo Kim con 0,769 y tercera es Carlota Ciganda con 0,722. Obviamente, la retirada de Pace tras hacer cuádruple bogey en el hoyo Aon Risk Reward ha levantado muchas suspicacias. Al retirarse en mitad de la vuelta, ese resultado ya no le cuenta para el ranking.
Pace se defendió contra los malpensados. “Sé lo que parece, pero puedo asegurar que no es el caso. Ha sido una retirado legítima. Entiendo lo que va a pensar la gente, pero pasó lo que pasó y fue justo en ese hoyo. Pensaran lo que quieran, pero hice lo correcto, no quería seguir jugando con la espalda mal. Hice un swing y la parte izquierda de mi espalda se bloqueó”, explicó tras abandonar el torneo.
“Sé lo que parece, pero puedo asegurar que no es el caso. Ha sido una retirado legítima. Entiendo lo que va a pensar la gente, pero pasó lo que pasó y fue justo en ese hoyo. Pensaran lo que quieran, pero hice lo correcto, no quería seguir jugando con la espalda mal»
Pace le dijo a sus compañeras de partido, Stephanie Meadow y Laura González Escallon, que no podía continuar y fue directa a ver al médico del torneo. “Mis caderas se habían descolocado. Es algo que me ocurre de vez en cuando y provoca que una mi pierna izquierda sea cinco centímetros más larga que la otra. Esto es lo que me produce tantos problemas en la espalda, espasmos y bloqueos. Es una cuestión de edad”, señaló la sudafricana de 38 años, que está meditando seriamente retirarse al final de la temporada.
Pace lleva contabilizadas de momento 38 rondas, por lo que necesita dos más para poder aspirar al millón de dólares. Quedan tres torneos seguros (Portland, Indianápolis y Texas), ya que ahora mismo no está clasificada para jugar los últimos torneos del calendario, ni la gira asiática ni la final del Circuito en Florida. Así las cosas, Pace necesita jugar dos rondas más en estos tres campeonatos que restan. Obviamente, teniendo en cuenta que prácticamente había dicho adiós a pasar el corte en Canadá, un cuádruple bogey le podría haber hecho mucho daño en la media. De ahí las sospechas.
Sea como fuere, el LPGA escuchó las explicaciones de Pace y estudió su historial, ya se retiró esta temporada de un torneo en San Francisco y estuvo cinco semanas sin competir, antes de determinar que todo se había hecho de manera correcta.
Al inicio del artículo dice que «marchaba 9 bajo par en el día». Supongo que quiera decir que iba nueve sobre par…