Miguel Ángel Jiménez ha ganado el duelo entre españoles a Sergio García por 2 y 1 y, por desgracia para el resto de la Armada, se queda como el único representante del golf español en el Accenture. Miguel siempre está ahí, alerta, y el Match Play no da segundas oportunidades…
Tras un inicio fulgurante de ambos, que saldaban con birdie los dos primeros hoyos, el malagueño conseguía pronto una ventaja de dos arriba, aprovechando primero un doble bogey de Sergio en el 4 y, rematando con un excelente birdie en el hoyo 5, el par 4 más largo del campo.
A partir de ahí, un auténtico toma y daca en el que Miguel siempre supo y pudo responder rápidamente a los intentos de remontada del castellonense. Lo cierto es que Sergio no ha desplegado su mejor juego, con un parcial de uno arriba sobre el par en los 17 hoyos que se han disputado. Demasiado irregular. Pero en ello también tiene algo que ver, seguramente, el duende de este formato, donde el acierto y el don de la oportunidad de tu rival pueden llevarte con la soga al cuello. Jiménez, además, ha sido más certero en líneas generales y también en momentos concretos y decisivos.
Hay que destacar asimismo algunos putts que Sergio se sacó de la manga por los segundos nueve, y en situaciones muy delicadas, para empatar el hoyo. Se agarraba García al campo y todavía se procuraba una buena opción en el 15, donde disponía de un putt de birdie de unos dos metros para igualar el duelo, lo que nos hubiera llevado a un final de infarto. Pero no embocaba. Después, una mala salida en el 17 dejaba el camino libre a un Jiménez que, además, pegaba un tirazo desde calle para rematar la faena.
A Miguel le toca ahora en suerte Keegan Bradley, sin duda uno de los jugadores de moda del golf americano y mundial. Aparentemente, el último ganador del PGA parte como favorito, pero adelantar acontecimientos con el malagueño por medio resulta, cuando menos, imprudente… Sergio era uno de los preferidos en las casas de apuestas (el cuarto, por detrás de Tiger, McIlroy y Donald), pero Jiménez nunca duda en apostar por sí mismo cuando sale a jugar.
