Casi cuatro años y más de 40 torneos han tenido que pasar para que Miguel Ángel Jiménez quede por primera vez fuera del top 25 en una cita del PGA Tour Champions. La discreta actuación del malagueño en el Boca Ratón Championship ha sacado a flote este dato extraordinario. Nunca desde que debutó con victoria en abril de 2014 en el circuito de veteranos de Estados Unidos había quedado por debajo del puesto 23º.
Jiménez finalizó en el puesto 31º en el Boca Ratón, después de entregar una tarjeta final de 71 golpes. Pese a que no ha sido su mejor semana, ha jugado los tres días bajo par y ha hecho trece birdies. La tercera ronda en el The Old Course at Broken Sound fue bastante buena, con una cosecha notable de seis birdies, sin embargo, dos errores puntuales, con un triple bogey y un doble bogey, echaron al traste esta estadística inmaculada de top 25.
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Sea como fuere, Miguel tendrá la oportunidad de quitarse el mal sabor de boca esta misma semana en el Chubb Classic, un torneo del que guarda un grato recuerdo, ya que el año pasado acabó en segunda posición tras un excelente duelo con Fred Couples.
Olazábal y Jiménez hicieron dos birdies más en la última ronda que el campeón, Calcavecchia, y el segundo clasificado Langer
José María Olazábal acabó en Boca Ratón con una vuelta de 73 golpes. El balance no puede ser bueno, pero sí es cierto que ha conseguido más birdies que en otras semanas, lo que quiere decir que está pegando buenos golpes. El problema ahora es la consistencia. Su juego es aún bastante irregular y de vez en cuando le salen más golpes que le cuestan muy caro. Sin ir más lejos, en la última ronda firmó seis birdies, los mismos que Jiménez y dos más que el campeón Mark Calcavecchia y el segundo clasificado, Bernhard Langer.
