Carlos Rodiles ha sido un ciclón en la segunda ronda del Gecko Pro Tour de La Quinta y se ha impuesto en el torneo con un golpe de ventaja sobre Manuel Quirós.
El jugador malagueño ha firmado una estratosférica tarjeta de 64 golpes, récord del campo incluido, ha conseguido su primera victoria de la temporada y, de paso, se ha colocado al frente del orden de mérito. Un fabuloso tres en uno.
Rodiles llevaba mucho tiempo jugando bien y asomándose a la victoria. Sus resultados eran irrefutables. En los primeros ocho torneos del Gecko no había bajado del puesto duodécimo y acumulaba nada menos que siete top ten. En el campeonato de España de profesionales, celebrado en Talayuela, fue tercero, con opciones de victoria hasta el último hoyo. De hecho, “debí ganar”, confiesa. Es decir, ha estado llamando a la puerta muchas veces en las últimas semanas hasta que definitivamente ha decidido derribarla en La Quinta de una patada.
Y de qué manera. Rodiles ha firmado un golf de muchos quilates en otra difícil jornada por culpa del viento. Su inicio ha sido esplendoroso. Marchaba siete bajo par en los primeros 10 hoyos, tras saldar los nueve primeros en 29. “Estoy muy contento. Me hace mucha ilusión porque llevaba mucho tiempo en la boca del triunfo, pero no terminaba de caer. El día estaba difícil, pero he jugado muy bien en todas las parcelas del juego. He metido algún putt bueno, pero la mayoría de los birdies ha sido dejándola cerca. En los segundos nueve hoyos el campo se complica mucho, había que aguantar y lo he hecho”, explica.
El Gecko suma otro ganador de prestigio para su palmarés. No en vano, Rodiles es un jugador del circuito europeo que llegó a disputar un desempate para ganar el Volvo Masters en Valderrama. Este año trató de recuperar la tarjeta mediante la escuela, pero cayó en la segunda ronda. “Jugué muy bien en Portugal y en la segunda fase fallé un día y medio de cuatro y así es imposible porque hay mucho nivel. Posiblemente, la escuela del circuito europeo sea la prueba más difícil que hay en el deporte profesional. Empiezan más de mil jugadores y sólo acaban veinte. Llevo una racha de juego muy buena, pero siempre estaba fallando en alguna jornada y ya se sabe que en la Escuela es todo o nada, no puedes fallar”, afirma.
Carlos es el gran favorito ahora para ser el campeón de invierno del Gecko, una condición que viene acompañada de un premio especial: la inscripción para la escuela del European Tour 2014. Queda una sola prueba para decidir el ganador.
Rodiles se quita el sombrero ante el Gecko y el esfuerzo que está haciendo para mantener el único circuito real de profesionales que existe ahora mismo en España. “Es una gran oportunidad para todos los jugadores españoles. Ya lo ha dicho Manolo Piñero durante la entrega de premios, te puedes gastar todo el dinero que quieras en psicólogos y en tecnología para mejorar tu swing, pero lo que realmente te hace mejorar es competir. A día de hoy el único circuito completo que tenemos, con 20 pruebas, es el Gecko y encima a mí me pilla cerca de casa, así que es como si me hubiera tocado la lotería. Hay que dar las gracias a todos los trabajadores del Gecko que hacen que esto sea posible y se dejan la piel y lo único que echo en falta es más ayuda pública de la Federación Española o la Andaluza. El Gecko es un circuito abierto para todos los profesionales que, además, tiene un acuerdo con el Alps Tour, así que ahora creo que no tienen ninguna excusa para no apoyarlo”, sentencia.
En segunda posición, a un golpe de Carlos Rodiles, ha quedado Manuel Quirós, sin duda el gran protagonista de esta primera etapa del Gecko, aunque él no opte al orden de mérito ahora mismo como embajador del circuito. Mientras, a tres golpes han acabado el sueco Peter Gustafsson y el holandés Floris Frank de Haas. Acabaron también bajo par Raúl Quirós y Carlos Balmaseda (-2), así como Daniel Osorio y Elliot Groves (-1). Clasificación final.
La próxima cita del Gecko tendrá lugar en Aloha los próximos 19 y 20 de diciembre. Ahí dará carpetazo la primera etapa de la temporada del Gecko Pro Tour.
