Siete días han pasado entre la tercera jornada del WGC Dell Technologies Match Play y la segunda del Valero Texas Open. Siete días. Hace una semana Si Woo Kim caía eliminado en Austin con el peor registro de los 64 jugadores. Disputó 41 hoyos, ganó sólo cuatro, hizo cinco birdies y perdió sus tres partidos sin llegar al hoyo 15. Hoy es el líder del Valero con cuatro golpes de ventaja sobre el segundo, la mayor de la temporada en el PGA Tour. Ha firmado dos tarjetas de 66 golpes, con doce birdies y un hoyo en uno y ha entregado el resultado más bajo del torneo después de dos días desde que se mudó a San Antonio en 2010. Siete días.
El caso Si Woo Kim es el último Expediente X del mundo del deporte en general y del golf en particular. Definitivamente, no es un tópico cada vez que escuchen a un jugador decir que cada semana es distinta. Está más que demostrado. En siete días todos puede cambiar y mucho más en una disciplina donde las sensaciones juegan un papel tan importante y un simple clic lo transforma todo. Seguramente, al final es que no se trata de ningún Expediente X, sino algo congénito de este deporte.
Uno que lleva tiempo buscando ese clic es Jordan Spieth. El jugador texano parece cada día más cerca de recuperar su mejor versión. Después de 36 hoyos está colocado en segunda posición en el Valero, empatado con un nutrido grupo de jugadores entre los que también está Rickie Fowler. Spieth no iba de farol cuando decía en los últimos días que se siente muy cerca de aquel jugador que asombró y dominó el golf en 2015 con cinco victorias y dos Majors. No ha podido elegir un momento mejor, a las puertas del Masters.
En cuanto a los latinos, Jhonattan Vegas (-6) es el mejor colocado, a las puertas del top ten, seguido de Abraham Ancer y Roberto Díaz con -5, Fabián Gómez con -4 y José de Jesús Rodríguez con -3.
