La mala suerte, el exceso de confianza y, en parte, no conocer al detalle las nuevas reglas del golf, vigentes desde el pasado 1 de enero, le han pasado factura a Dustin Johnson durante la segunda ronda del Sentry Tournament of Champions, que se disputa esta semana en la hawaiana Isla de Maui.
DJ estaba haciendo un buen torneo en un escenario donde ya ganó en dos ocasiones. Comenzó el viernes a un solo golpe del liderato, tras firmar un sensacional 67 el jueves, su 32ª ronda bajo par en Kapalua. Pero las cosas empezaron a complicarse desde muy pronto para él.
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Tras un bogey en el segundo hoyo, su drive desde el tee del 4 fue a parar al rough. Cuando se aproximaba a la zona en la que supuestamente había ido a parar su bola, un marshall le señaló dónde estaba. Y el golfista de de Carolina del Sur, con su parsimonia habitual, se dirigió hasta allí y pegó su segundo tiro.
Sin embargo, cuando caminaba hacia el green, se dio cuenta de su error… «Cuando subí unas 20 yardas caminando vi mi bola. Rápidamente me di cuenta de que la que había pegado no era la mía». Un error que le costó a DJ dos golpes de penalidad, tal y como indica la Regla 6.3c (1) de las nuevas normas del golf.
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Johnson firmó un doble bogey en ese hoyo para ponerse tres golpes sobre el par del campo en el día. Dos birdies en el resto de su vuelta le permitieron cerrar el jueves con un 74, su primera ronda por encima del par en Kapalua, cayendo hasta el 12º puesto empatado de la clasificación, a siete golpes del líder.
«El marshall me avisó, me dijo que había una bola allí y vi que era una TaylorMade, así que simplemente asumí que era la mía. Y como estaba en el rough, preferí no mover nada», reconoció DJ. Sin embargo, las nuevas reglas permiten a los jugadores identificar su bola sin tener que avisar al compañero y se añade que no hay penalidad si en el proceso de búsqueda se golpea la bola accidentalmente.
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De hecho, en el caso de que buscando la bola se mueva accidentalmente por una patada o algo similar, la penalización ya no existe. Basta con volverla a poner donde estaba y seguir jugando. Pero DJ no debía tener muy claras estas normas… Hace un par de días, cuestionado por cómo había estudiado los cambios, dijo: «Sólo los miré un minuto antes de bajar a jugar, han puesto un gran cartel en el vestuario».
Después del incidente de ayer, parece que Dustin se tomará más en serio los cambios… «Esto nunca volverá a suceder, lo prometo. Fue sólo mala suerte», declaró. Si hubiera sabido que podía levantar la bola e identificarla sin tener siquiera que avisar a su compañero tal vez se habría evitado una penalidad que le complica en parte sus opciones en el torneo.
