Severiano Ballesteros cumplió 50 años el pasado miércoles 9 de abril, y el canal de golf americano le dedicó un programa especial con entrevista incluida…
En ella hizo recuento de algunos de sus más memorables momentos, de su historial y de sus planes de futuro. Con respecto al Masters dijo: “Desde el primer día en que pise la hierba de Augusta sabía que ganaría el Masters”. Y así lo hizo en 1980. “Fui el jugador más joven en ganar el Masters y el primer europeo en hacerlo”.
Considerado la respuesta europea a Arnold Palmer, Seve volvió a ganar el Masters en 1983 y abrió definitivamente la puerta a una serie de jugadores europeos, que luego se harían con el preciado trofeo, entre ellos Faldo, Langer, Woosnam, Lyle y el propio Olazábal. “Estoy seguro que mi victoria en 1983 sirvió de alguna manera para que los otros (europeos) llegaran a Augusta con fuerza para ganar”. Aunque el Masters ocupa un lugar importante, uno de los grandes recuerdos de Ballesteros es el Open Británico. Ganador de tres jarrones Claret Jug (1979, 1984 y 1988), el que mejores recuerdos le trae sin duda es el obtenido en St. Andrews. “Ganar el Open Británico es siempre algo especial, pero ganarlo en St. Andrews es el sueño de cualquiera que se dedique a esto”. Algo que fue si cabe más especial porque era la primera vez que su madre le acompañaba en uno de los grandes. En el putt de 5 metros que le dio el Open Británico en 1984, la bola hizo un giro mágico para acabar en el hoyo. La consiguiente celebración de Ballesteros ha pasado a formar parte de la historia del golf. “En el último hoyo necesitaba un birdie para ganar y estaba tan lanzado que yo creo que le transmití energía a la bola para que cayera en el hoyo”.
A lo largo de su carrera Seve también destacó como jugador de Match Play. Dominó esta suerte ganando el Campeonato del Mundo de Match Play desde 1981 hasta 1991, ganándose el apodo con el que fue conocido en la década de los ochenta: el Rey del Match Play. También destacó como jugador de la Ryder Cup, competición en la que participó como jugador en 8 ocasiones, ganando 3 de ellas. En 1997 fue capitán del equipo europeo, que comandó a la victoria en Valderrama. “Sacar la Ryder Cup de las Islas Británicas y traerla a España no fue tarea fácil”.
Su prestigio entre los europeos se tradujo en la creación en el 2000 de un nuevo torneo bianual que enfrenta a los europeos del continente con los europeos de las islas británicas: el Torneo Seve Ballesteros. Ahora, hace balance y las cuentas le salen: “Cuando miro hacia atrás me parece increíble que haya ganado tantos títulos por todo el mundo. Ha supuesto mucho esfuerzo físico y mental. No es nada fácil”. Aunque ya hace 12 años de su última victoria en el Open de España, ahora, a sus 50 años de edad, después de 33 como profesional, ¿qué le espera a Ballesteros en el futuro? “Me gustaría jugar varios torneos del Champions Tour, y si soy feliz haciéndolo, tal vez juegue 2, 3, 4 años … no sé. El cuerpo sigue aquí. Todavía sano. Me siento bien.”.
Cincuenta años de golf que sin duda servirán de ejemplo y ánimo a las nuevas generaciones. Y para los más jóvenes, un dato: cuando era un chaval, el profe de Seve le dijo que nunca podría ganarse la vida con el golf.
