Es evidente que en estas últimas horas Tiger Woods está en boca de todos. Es lógico. Sus extraordinarias actuaciones, sus vapuleos antológicos, su voracidad insaciable…
Pero claro, hay varias maneras distintas de observar el efecto del Tigre. Por un lado, encontramos la moderación, casi convertida en pleitesía, de Stewart Cink, la última víctima de Woods. Y por el otro, hallamos la actitud desafiante, valiente, a lo Sabbatini o Poulter, de Felipe Aguilar, jugador chileno que acaba de estrenar su palmarés. Hay opiniones para todos los gustos. ¿Ustedes con cuál se quedan?
Las impresiones de un finalista recién aplastado, como lo fue Stewart Cink en la final del Mundial Match Play a manos de su compatriota Tiger Woods, en muchas ocasiones reduce el volumen de adjetivos calificativos sobre la figura del ganador: "Deberíamos cortar a Tiger para ver qué hay dentro". Suena a lo que ya algún rival de Michael Jordan dijo sobre su figura cuando ganaba anillos uno detrás de otro. Es de otro planeta. Está hecho de otra pasta.
La ironía, transparente, en boca de Cink, el decimoquinto mejor golfista del mundo, avala el estado de gracia del mejor jugador del planeta, quien camina hacia la perfección en 2008 después de aplastar en Arizona al citado Cink (8 y 7), con el margen más abultado para una final de este torneo en sus 10 años de historia. Cink es jugador Ryder Cup, uno de los mejores del mundo en match play y una vez más que autorizada para radiografiar a Tiger.
Felipe Aguilar, por su parte, no parece tener miedo del número 1 del mundo. El chileno acaba de estrenar su palmarés. Es trigésimo en el Orden de Mérito y el 125º en el ránking mundial. Tiene ganas de ganar muchos torneos y no tiene miedo ni a Tiger Woods. "Es el mejor jugador del mundo. Lo más probable es que me encuentre con él y algún día le voy a ganar, lo tengo claro. Me va a derrotar muchas más veces que yo a él, estoy de acuerdo, pero sí lo voy a lograr. No sé en qué torneo lo haré. Ojalá que sea en el Masters de Augusta", afirmó en el diario el Mercurio.
Mientras sus rivales se dedican a profetizar cuándo lo vencerán, Woods sigue a los suyo, impasible, con una tranquilidad insultante. "Creo que ésta es la mejor racha de juego que he tenido", comentó Woods al PGA Tour.
¿Con qué valoración se quedan ustedes?
