Martin Kaymer no ha alcanzado este año el número mínimo de torneos que exige el PGA Tour a todos los miembros. El golfista alemán ha jugado once, cuatro menos de los que dicta la vigente normativa. Es la segunda vez que le sucede en los últimos tres años. Sin embargo, la decisión adoptada por el circuito americano frente a esta irregularidad es muy diferente a la que tuvo lugar en 2016.
Hace tres años, el PGA Tour castigó a Kaymer con un año de suspensión de los derechos de juego. Así, no pudo competir en su circuito en toda la temporada 2016/2017. Entonces, el problema del golfistsa teutón es que contaba con clasificarse para los playoffs de la FedEx Cup y completar así el mínimo exigido, pero se quedó fuera.
La decisión este año ha sido muy distinta. El PGA Tour ha decidido mirar hacia otro lado. No habrá castigo. Kaymer ha recibido una exención especial para poder jugar el año completo. Hay que recordar que tiene la tarjeta por su victoria en el US Open de 2014. Concretamente, aquel triunfo en Pinehurst le otorgó cinco años de exención que se cumplen exactamente en 2019. Es decir, si el PGA Tour no hubiera hecho la vista gorda, Kaymer se habría quedado sin la posibilidad de defender su tarjeta y habría perdido sus derechos.
Además, el PGA Tour ha aceptado la justificación presentada por el jugador alemán. Alega que estuvo lesionado en los meses de febrero y marzo y que por este motivo no pudo cumplir con el número mínimo de torneos requerido. “He recibido la exención porque estuve lesionado bastante tiempo. Estoy muy contento de que me la hayan concedido, ya que tal y como están los calendario del PGA Tour y del European Tour este año creo que será más fácil jugar los dos circuitos y alcanzar el número mínimo de torneos”, explica.
Jordan Spieth: una patata caliente en manos del PGA Tour
Obviamente, una vez conocida esta decisión del PGA Tour, es inevitable acordarse de Jordan Spieth. El texano tampoco cumplió la pasada temporada con el número mínimo de torneos exigido por el circuito. Sin embargo, no ha recibido castigo alguno, al menos, desde luego, no ha sido suspendido sin jugar como sí le ocurrió a Kaymer. Seguramente, este año, de haber castigado de nuevo a Martin, habría sido mucho más incómodo explicar la benevolencia con Spieth.
