Rickie Fowler (-20) está llevando a todos con la soga al cuello en el Waste Management Phoenix Open. Hizo la mejor vuelta el jueves, la tercera mejor el viernes y ha vuelto a hacer la mejor el sábado. Tarjetas de 64, 65 y 64 golpes. Conclusión: cuatro impactos de ventaja. Dominio con mano de hierro. Irresistible.
Fowler es el mejor de todos en el TPC Scottsdale. Nadie está jugando mejor de tee a green y con el putt anda fino. En su línea. Metiendo algunos putts tan importantes como el del hoyo 17 hoy desde casi cuatro metros. Justo cuando parece que puede abrir la puerta a algún rival, emerge su magia en los greenes. Realmente está desplegando un golf mayúsculo. Sólo dos bogeys en 54 hoyos. Extraordinario.
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Eso sí, pese a su sólido liderato, aún debe rematar la faena. Queda una jornada más para subir definitivamente el escalón que le falta en este torneo donde ya ha sido dos veces segundo, la última el año pasado. Su brecha en la clasificación es tan imponente que lo tiene en su mano. Se podría decir que sólo tiene dos rivales directos en el sprint final de este domingo. Uno es Matt Kuchar (-16), a cuatro golpes, y el otro es Justin Thomas (-15), a cinco. Los cuartos clasificados son Byeong Hun An y Branden Grace (-13) y están ya a siete golpes, mucha tela para 18 hoyos. A sus 30 años, Fowler persigue su quinta victoria en el PGA Tour.
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Quien no podrá ganar el torneo es Jon Rahm (-8). El golfista de Barrika se ha dejado mucho terreno en la tercera jornada. Ha tenido más problemas desde el tee y el putter no ha salido al rescate cuando lo necesitaba. Se ha dejado algunas opciones de birdie que no han entrado y no ha conseguido generar el impulso que necesitaba para meterse en la batalla final.
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Rahm firmó hoy tres birdies y dos bogeys. Es una vuelta más bajo par, pero insuficiente para luchar por el título. En cualquier caso, aún queda mucha tela que cortar este domingo. No en vano, está a sólo cinco golpes de la tercera plaza. El primer objetivo debería ser tratar de asegurar un top ten. Sería el quinto consecutivo. Ahora mismo está a un solo golpe del objetivo.
