Graeme McDowell conquistó este domingo el Corales Puntacana Championship, torneo del PGA Tour que se ha disputado la misma semana que el WGC Dell Technologies Championship. Es una de las citas menores del circuito americano, ya que tiene una participación más humilde, reparte una bolsa de premios menor y también proporciona un botín más pequeños de puntos FedEx Cup y ránking mundial. Más allá de esto, es una victoria como otra cualquiera del PGA Tour y otorga dos años de exención. Es decir, McDowell dio este fin de semana la campanada en la República Dominicana.
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McDowell no sólo ha vuelto a ganar, sino que con este triunfo se hace un pequeño hueco en la historia del PGA Tour. El jugador noirlandés se ha convertido en el cuarto europeo que gana de manera consecutiva en Estados Unidos, algo que nunca había sucedido en la historia del circuito. Francesco Molinari comenzó la secuencia en Bay Hill, Rory McIlroy la siguió en el THE PLAYERS y Paul Casey venció en el Valspar la semana anterior a Punta Cana.
Una vez más aparece McDowell como bastión de Europa en el corazón de Estados Unidos. Como recordarán, G-Mac fue quien rompió la sequía más grande que ha tenido el viejo continente en un major. Sucedió en el US Open. Se impuso en 2010 en Pebble Beach, exactamente cuarenta años después de que lo ganara un europeo por última vez, Tony Jacklin.
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Es la cuarta victoria de McDowell en el PGA Tour, la segunda consecutiva fuera de Estados Unidos, ya que su triunfo anterior fue en el Mayakoba Golf Classic de México. Se ha impuesto con un total de -18 y un golpe de ventaja sobre Mackenzie Hughes y Chris Stroud. La clave de su victoria fueron la segunda y tercera jornada. Encadenó dos rondas de 64 golpes.
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Su triunfo se recordará también en el tiempo por el espectacular rendimiento de su putter, especialmente en la tercera vuelta. McDowell realizó 16 greenes a un putt y dos a dos putts para un total de 20 en la jornada. Una barbaridad. Se quedó a sólo dos del récord, compartido por varios jugadores. El último en lograr 18 putts fue Gary Woodland en la cuarta ronda del THE PLAYERS este mismo año.
La victoria y el reconocimiento de McDowell llega cuando menos se esperaba. Llevaba tiempo sin jugar bien. No hacía un top ten en el PGA Tour desde noviembre de 2017, en el Shriners Hospitals y había caído hasta el puesto 257 del ránking mundial. Ahora, con la victoria, a punto de cumplir 40 años, asciende hasta el 133º.
